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Ciencia e ideología por José Miguel Serrano

La Razón
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La contraposición entre ciencia e ideología, cuando se realiza desde el cientifismo, incluye una posición ideológica, que en algunos casos tiene una trascendencia política. Esto ocurre cuando a fin de garantizar la investigación destructiva con embriones o la limitación sin más del respeto a la dignidad se sostiene que «el momento en que puede considerarse humano un ser no puede establecerse mediante criterios científicos; el conocimiento científico puede clarificar características funcionales determinadas, pero no puede afirmar o negar si esas características confieren al embrión la condición de ser humano, tal y como se aplica a los individuos desarrollados de la especie humana. Esto entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas o religiosas».

Esto traducido quiere decir que la condición objetiva de humano de un ser como perteneciente a la especie humana y su condición de ser vivo es irrelevante a la hora de construir la protección jurídica pues eso «entra en el ámbito de las creencias personales, ideológicas y religiosas»; esto es, depende de la pura relación de poder que en un momento determinado se pueda observar, relación que se encubre con las famosas creencias.

De esta forma, el propio concepto de dignidad como se entiende en las constituciones de postguerra entra en crisis. Tras los abusos de los regímenes totalitarios se intento afianzar en las legislaciones que el Estado y el Derecho no pueden determinar arbitrariamente quién es humano y por tanto quién es digno.

La posición política de respeto a la dignidad como dato atribuido a todo ser humano, que es definido de forma objetiva como ser un ser vivo de la especie humana, ha sido patrimonio del Partido Popular que procuró que tanto su política legislativa como científica se basara en este principio.

Por tanto no es indiferente, ni es una cuestión sectaria, que quien gestione toda la política de investigación piense o no que existe un dato real y objetivo que determina la condición humana. La actitud hacia algunos de los compromisos adquiridos con los electores se mide también en quienes y de qué forma van a desarrollar las políticas concretas.

 

José Miguel Serrano
Profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Complutense de Madrid