«Las ecografías en 4D sirven para estudiar malformaciones»

- ¿Qué significa tener la placenta baja? ¿Qué riesgos existen?
- Hay varios grados de este estado, según se encuentre cercana al orificio cervical: marginal, oclusiva parcial y oclusiva total. En las dos primeras, se puede tener un parto vaginal (salvo complicaciones); en la última será cesárea. Los riesgos, sobre todo, son hemorrágicos, ya en fases más avanzadas de la gestación, en los que el segmento de la placenta que tenía hasta entonces forma redondeada se vuelve un poco más picuda y puede llegar a chocar con el orificio y desprender o romperse algunos pequeños vasitos sanguíneos.
 

- ¿Desde cuándo y hasta qué semana es posible hacerse una ecografía en 4D?
- A modo de capricho a partir de la semana 18- 22 hasta la 25, no mucho más. Sin embargo, lo que la gente no sabe es que esta ecografía también tiene utilidad clínica para ver malformaciones, como la espina bífida, o alteraciones de la cara, como el labio leporino.
 

- ¿Qué pasa si en el primer trimestre te detectan que no se ha pasado la toxoplasmosis?
- En estos casos, la recomendación básica es el cuidado en la dieta, la higiene de los alimentos y mantenerse alejada de los gatos (sobre todo de sus heces); las fuentes de contagio para el parásito responsable de la patología. Aunque la comunidad está dividida sobre si la mujeres deben evitar la ingesta de carne cruda (ibéricos) o no, y si esta medida es realmente útil.
 

- ¿Qué tipo de ejercicio se recomienda durante el embarazo?
- Sobre todo caminar –a un ritmo en el que la mujer pueda hablar sin cansarse–, también se recomienda nadar, así como evitar aquellos que exigen grandes esfuerzos, como el tenis o el pádel.

- ¿Cada cuánto se deben hacer controles de ecografía y analíticas?
- Existen una serie de protocolos que marcan los tiempos de estos estudios. En el caso de las ecografías, se debe hacer una en la semana 12 para medir el pliegue nucal y el riesgo de alteraciones genéticas de las que se nos informan, como son algunas cromosompatías. Junto a ella se pide una analítica para cruzar los datos y hallar los resultados. En la semana 20, se hace otra «eco» para estudiar la morfología del feto y en la 32, para ver el crecimiento del mismo. Por otro lado, en la semana 24 se analiza de nuevo la sangre para ver los niveles de glucemia y si fuera necesario se repite la prueba para ver si hay diabetes gestacional. Lo que se conoce como la «curva corta y larga».

- ¿En qué consiste pasar por monitores?
- Ya en los últimos días previos al parto se cita a la gestante para realizar los registros cardiotocográficos con el detector de ultrasonidos y observar el bienestar del feto antes del parto. Si hay problemas patológicos se practicará esta prueba en más ocasiones a lo largo de la gestación.

- ¿Qué suplementos se recomiendan durante el embarazo?
- Estos no deben ser exclusivos de la gestación, ya que antes de quedar embarazadas, hasta seis semanas antes, las mujeres deben tomar ácido fólico para evitar las alteraciones en la formación del tubo neuronal. Esto es básico. Luego, durante la gestación, se mantiene, así como el yodo, ya que las carencias de este mineral son muy altas. Además, está el hierro: tanto si lo necesita como si no (porque su analítica sea buena), la toma extra de este elemento nunca está demás. Pese a lo cuál hay médicos que lo recomiendan siempre y otros que no. Hay bastante debate entorno a que sea algo estandarizado para todas.

- ¿Las infecciones urinarias son frecuentes durante la gestación? ¿Cómo se deben prevenir?
- Hay varias causas por las que esto es normal. La uretra de la mujer se acorta pese a que las cantidades de orina son las mismas, además ésta contiene más glucosa. En muchos casos, permanece asintomática durante el embarazo. Pero ello, obliga a tratarla y a someterse a controles periódicos.

- ¿Cómo debe ser el uso de fajas?
- No hay un manual sobre esto. Lo mejor es que cada mujer las utilice cuándo y cómo mejor le venga.

- ¿Qué cuidados se deben tener cuando se detectan hematomas en el primer trimestre de embarazo?
- Primero de todo, hay que recomendar a la mujer un reposo físico y sexual. Las alteraciones en la coagulación en el momento de la fecundación pueden provocar este problema. Por eso y para evitar sangrados que compliquen y dañen al feto se aconseja descanso.