Crisis económica

Vivir sin aire por Paloma PEDRERO

Vivir sin aire por Paloma PEDRERO
Vivir sin aire por Paloma PEDREROlarazon

Siempre se ha dicho que lo primero en la vida es la salud. Gran verdad, ¿no? Una persona enferma no puede gozar de las delicias que naturaleza, amor y hasta ciertos artilugios ofrecen. Hasta aquí todos de acuerdo. Sin embargo, llevamos muchos años empeñados en enfermar el mundo contaminando el aire con nuestros peores gases, talando los bosques, envenenando los alimentos… En una palabra, alterando con nuestras manitas sucias el estado natural del planeta. Enfermando con sustancias químicas, energía, sonido, luz… el ecosistema y sus seres vivos. O sea, autodestruyéndonos. Y yo me pregunto, si esto está ya tan claro, si todos sabemos, por ejemplo, que en las ciudades se dan más cánceres que en el campo, si todos ya estamos viviendo en nuestra piel las consecuencias de ese humano y garrafal error, a qué esperamos para remediarlo. Y llegados a este punto me digo: No es posible que los políticos mundiales estén todo el día discutiendo sobre armas y economía y no se planteen que lo primerísimo es salvar el pellejo. Es penoso que sigan considerando que el nivel de un país lo da su nivel de consumo, es insoportable que se entretengan todo el tiempo en peleíllas de poder mientras se nos va la salud por la boca. Sí, ya sé que hay muchos argumentos para decirme que este planteamiento es ingenuo. Ya sé que todo se mueve por intereses. Bastardos, por cierto. Ya sé que hay que ser valiente para actuar. Sin embargo, hay que hacerlo, y ya. Nuestros políticos no pueden ser unos que llegan para dejar las cosas igual, o peor. No pueden querer contentar a todo el mundo, empezando por los grandes corruptos. No pueden gobernar sobre un cutre tablero de parchís. Hay que tener vuelo, hay que entrar en el corazón de los problemas. Y el gran problema del mundo hoy es la salud del mundo. El dinero, el puto dinero, tiene que ir por detrás, por detrás de la salud y el amor. El dinero hay que utilizarlo ahora para curar al universo y sus seres vivos. Lo demás es locura.