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Juego limpio

La Razón
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Dos medallas de bronce olímpicas, seis copas de Europa, diez ligas y, sin embargo, el próximo sábado Iñaki Urdangarín se enfrentará al partido más difícil de su vida. El ex internacional de balonmano sabe que jugará sólo, mano a mano contra el juez Castro. Un rival implacable que va a escudriñar cada una de sus palabras. Tendrá que convencerle de que ni prevaricó, ni falsificó documentos, ni evadió impuestos ni malversó caudales públicos. Así que, recordando sus años de lateral, deberá cerrar cualquier hueco para que la bola no se cuele en su portería. Para eso le entrenan los mejores.

Un importante despacho madrileño estaría llevando su caso. A nadie se le escapa que el abogado y portavoz oficial, conocido por sus inoportunas declaraciones a pie de acera, ejerce más como parapeto de la prensa que de letrado. Aunque nunca se sabe. El Duque de Palma es consciente de que lo que declare, dentro de 48 horas, puede jugar en contra de la Infanta Cristina. De hecho, según el resultado, las partes personadas en el caso decidirán si le piden al juez que impute a la hija del Rey.

Ella ya ha aterrizado en España. Lo ha hecho un día después que su marido. Los dos miden sus movimientos. Se supone que Urdangarín se pasó por Zarzuela supuestamente para reunirse con el Rey y el Príncipe, aunque claro, de estos asuntos oficiosos nunca habrá confirmaciones oficiales. Lo cierto es que en estos días de dimes y diretes, donde lo puramente informativo se mezcla con el corazón, lo único claro es que el sábado 25, a las 9:00 A.M., Iñaki Urdangarín tiene una cita con la justicia. Un encuentro delicado en el que tendrá que demostrar que lo suyo siempre fue el juego limpio.