Conciliación
Otra norma por Carlos VIDAL
Con la escasa información de que disponemos, la sensación es que el Gobierno de Zapatero inicia, con la Ley Integral para la Igualdad de Trato y la No Discriminación que ayer se anunció, una nueva maniobra propagandística.
La inflación de leyes y normas a la que nos vemos sometidos a todos los niveles (central, autonómico y local) se incrementará con esta nueva Ley, sobre todo estando ya vigente una Ley de Igualdad, cuya reforma podría ser más razonable que la aprobación de una nueva norma.
Al intentar ahora sistematizar, en un único cuerpo normativo, una serie de normas que se encontraban dispersas, se corre el riesgo de duplicar (o triplicar) las regulaciones. Lo que el Gobierno ha anunciado sugiere asimismo que la norma va a incorporar algunos criterios ya asentados por los jueces a través de sus sentencias.
Pero conviene recordar que el hecho de que una ley recoja una serie de garantías no quiere decir que antes de la ley dichas garantías no existieran. Si en alguna materia la protección es máxima, cada vez más, es en el ámbito de la igualdad, constitucionalmente reconocida no solamente como un derecho, sino como un principio informador de todos los derechos y un valor superior de nuestro ordenamiento.
Por eso no se acaba de ver clara la necesidad de esta norma, salvo que lo que se esté pretendiendo, como decíamos al principio, sea una operación de propaganda.
Cualquier esfuerzo en defensa de la igualdad es bienvenido, pero lo importante son los resultados, no las operaciones de imagen. Y hay precedentes, como la Ley contra la violencia de género, no muy alentadores.
Carlos VIDAL
Profesor Titular de Derecho Constitucional de la UNED
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