Servicios esenciales por César Lumbreras

Ayer, el pleno del llamado Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de la Salud, es decir, los representantes del Ministerio y de las comunidades autónomas, llegaron a una serie de acuerdos que permitirán «establecer las garantías para que los españoles tengan acceso a las mismas prestaciones con independencia de dónde residen». Ante ello, cabe preguntarse si es que hasta ahora eso no sucedía, a pesar de lo que dice la Constitución y otra serie de normas. Se decidió también un calendario básico de vacunaciones y la compra centralizada de la vacuna de la gripe. Hubo más acuerdos y, aunque todo hacía pensar que se aprobarían algunos recortes, parece que se han dejado para mejor ocasión. La Sanidad, entendida en sentido amplio, junto a la educación, son dos asuntos que preocupan mucho a los ciudadanos y se convierten en arma arrojadiza entre los partidos políticos. Y eso no es bueno. En primer lugar, debería cumplirse la Ley y, en segundo lugar, cuando las normas se vayan a cambiar, habría que tener en cuenta que, especialmente en el terreno educativo, no se pueden modificar los planes de estudios cada vez que asume el poder otro partido. Sería necesario un pacto a medio plazo sobre esos planes. Ya sé que esto es pedir peras al olmo, pero que por plantearlo no quede. Algo similar sucede con la política en materia de aguas, ahora en el primer plano de la actualidad a causa de la sequía. No se pueden planificar unas obras de envergadura un día y a los pocos meses paralizarlas. Este asunto también debería estar por encima de los intereses partidistas. Ya sé que es predicar en el desierto, pero habrá que decirlo.