Barcelona

Rajoy: «La ideología del PSOE es la de la incompetencia y la ruina»

«Es evidente que con este nivel de crecimiento es muy difícil que el Gobierno pueda cumplir sus compromisos de déficit con la UE»- Rajoy sigue su guión económico al margen de Bildu y de los «insultos»- Zapatero languidece y reclama a Rajoy «cuajo» con las reformas y la crisis

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¿Cree que el paro seguirá subiendo y que superaremos los cincos millones de desempleados antes de fin de año?
–Espero y deseo que no sea así. Pero con este Gobierno es imposible recuperar la confianza necesaria para que empiece la recuperación económica. Un nuevo Gobierno con gente competente y con un plan para cuatro años sería un revulsivo muy importante para la recuperación. Sólo con eso se daría mucha confianza a los españoles, aunque luego habría que trabajar y adoptar importantes iniciativas.

–¿Puede concretar tres o cuatro medidas que usted pondría en marcha para crear empleo?
–Una nueva Ley de Estabilidad Presupuestaria para que las administraciones no gasten más de lo que ingresan. Una Ley de Emprendedores, porque sin emprendedores y sin inversión es imposible volver a crear empleo. España necesita un millón de emprendedores, en los próximos cinco años. También impulsaré un plan energético; haré una reforma laboral en serio y a fondo porque la actual rigidez laboral sólo sirve para crear más paro; y promoveré una reforma educativa.

–¿Qué cambiaría de la reforma laboral que se acaba de aprobar?
–El PP promoverá que haya convenios a nivel nacional que tengan en cuenta los intereses generales de la economía y de los sectores, y convenios a nivel de empresa que incluyan la posibilidad del descuelgue. No se puede tratar igual a una empresa ubicada en Madrid que a una pequeña empresa que tenga su centro de operaciones en cualquier otra provincia de España. Promoveremos una mayor flexibilidad; actuaremos con contundencia contra el absentismo; y corregiremos la judicialización en la que está instalada la legislación laboral. Hacen falta pocas reglas, claras y fácilmente entendibles.

–Se habrá dado cuenta de que cuanto más mira hacia el electorado del centro izquierda con más fuerza el PSOE le acusa de ser la extrema derecha.
–Es indiscutible que el PP es el partido del centro, que tiene como gran objetivo crear empleo y mejorar las políticas sociales. Hoy la ideología del PSOE es la nada, varía según el viento y sus debilidades. Un día defiende el déficit público y al día siguiente dice que es malo; un día promete el cheque-bebé y al siguiente esa medida ya no vale; un día presume de subir las pensiones y al siguiente las congela. No hay peor ideología que la de la incompetencia y la que arruina al ciudadano, y ésas son las señas de identidad del PSOE.

–Justo ahora se están conociendo los duros ajustes que tendrá que hacer Portugal para que se le «rescate». Y a España, ¿le queda algo por hacer antes de que se lo vuelvan a imponer desde fuera?
–El PSOE ha tenido que hacer una política de recortes porque desde Europa le han obligado a bajar el déficit público. Mi política para contener el déficit será la del crecimiento económico y la de la creación de empleo. Hay que recortar gastos superfluos y a lo mejor en algún momento también tenemos que recortar otras cosas, pero la clave está en crecer, en crear empleo, en aumentar la recaudación del Estado y en disminuir el déficit. Entre 1996 y 2004 por cada seis nuevos cotizantes de la Seguridad Social se incorporó un pensionista al sistema; en la etapa de Zapatero, por cada nuevo cotizante se han incorporado tres pensionistas. Con eso se resume todo el fracaso de la política socialista y la raíz de los recortes que ha tenido que acometer

–¿A qué se refiere con «recortar otras cosas»?
–A todo lo que no sean servicios básicos esenciales, como Sanidad, Educación o pensiones. Hay que ahorrar en todo lo demás para mantener el gasto en lo fundamental. Existen miles de organismos y empresas autónomas de dudosa utilidad para el contribuyente y donde se gastan miles de millones. Vamos a implantar una ley que fije un techo de gasto y endeudamiento para todas las administraciones, una ley que ya existía y que este Gobierno dejó sin efecto por la vía de los hechos.

–Entonces, ¿podremos volver a crecer sin nuevos duros ajustes?
–No lo sé, hay muchos estudios que lo ponen en tela de juicio. El problema es que este Gobierno ya no tiene nada que ofrecer a la economía española. Por eso en el último Debate del Estado de la Nación ya dije que lo mejor era convocar a los españoles a las urnas.

–¿Asume alguna culpa en el hecho de que los ciudadanos estén convencidos de que los políticos tienen una agenda oculta y no dicen lo que van a hacer después de las elecciones?
–No me extraña que los ciudadanos piensen eso cuando Rodríguez Zapatero prometió que ésta sería la Legislatura del pleno empleo y de la mejora de los servicios sociales. Y no prometió, sin embargo, eliminar la deducción de 400 euros ni quitar el cheque-bebé ni bajar el sueldo a los funcionarios ni congelar las pensiones. Ha hecho exactamente lo contrario de lo que dijo y, por tanto, la desconfianza de los ciudadanos está más que justificada.

–Usted tampoco podría haber cumplido su programa en su integridad, ¿no?
–Yo fui a las elecciones advirtiendo a los españoles de que había una crisis, mientras otros decían que no pasaba nada y nos llamaban catastrofistas. Mi programa electoral era para hacer frente a una crisis; tampoco hubiera gastado 13.000 millones de euros en aceras, sino en créditos para que los ayuntamientos pagaran a sus proveedores; y jamás nos hubiéramos ido a un déficit del 11 por ciento... Claro que ha habido una tremenda crisis internacional, pero las mentiras y los errores de este Gobierno han hecho que aquí haya sido mucho más grave.

–Una consecuencia de la crisis es que cada vez se escucha más que el Estado del Bienestar actual no es sostenible.
–Cada país tiene el Estado del Bienestar que le permite su nivel de riqueza. Si no tienes una economía que crezca y que genere empleo, mantener el Estado del Bienestar es imposible. Nosotros podremos mantener el nuestro si somos capaces de generar empleo y riqueza. No hace tanto tiempo teníamos superávit en las cuentas públicas y un buen sistema de bienestar.

–Cruzando las variables que usted menciona, empleo y riqueza, parece que durante unos años sí estamos condenados a seguir perdiendo bienestar. Todos los organismos coinciden en pronosticar unas tasas de crecimiento muy bajas en España.
–Es evidente que con este nivel de crecimiento es muy difícil que el Gobierno pueda cumplir sus compromisos de déficit con la UE. Pero yo recuerdo que en el 96 todo el mundo decía que España no iba a cumplir con los requisitos necesarios para entrar en el euro a la primera, y los cumplió. En la vida hay pocas cosas irrealizables, todo depende del trabajo, de las ganas y de la ilusión que le pongas. Para mantener nuestro Estado del Bienestar hace falta un cambio radical, en economía, en actitudes y hasta en las relaciones del Gobierno con las demás fuerzas políticas

–¿Qué nota le pone a la evolución de la reestructuración del sistema financiero?
–En 2008 Zapatero nos decía que teníamos el mejor sistema financiero del mundo y que no había que hacer nada. Mientras que en otros países –como EE UU, Reino Unido o Francia– trabajaban ya en importantes cambios, aquí estábamos a verlas venir. Ahora por lo menos ya somos conscientes de que no tenemos el mejor sistema financiero del mundo y que, por tanto, tenemos que tomar decisiones y hacer cambios. No me gusta que las cosas vayan tan lentas y estoy preocupado. Primero había que haber dicho la verdad; luego, sanear; y luego, imponer más requisitos de capital. Zapatero ha optado por seguir el camino inverso. A mí me parece bien que las cajas salgan al mercado, pero me preocupa que se puedan hacer con ellas a un precio muy barato.

Los «saltos» de la campaña
En esta primera semana de campaña electoral Mariano Rajoy irá a Canarias, Galicia, Oviedo, Pamplona, Santander, País Vasco, Logroño, Zaragoza y Castilla y León. De este plan, la visita más esperada y en la que hay un mayor interés mediático es la vasca. El líder popular no quiere que la presencia de Bildu en los comicios marque su agenda electoral y le distraiga de su «libro», la crisis y el empleo. Pero en Vitoria su mensaje no podrá obviar la lucha antiterrorista ni el futuro de Batasuna-ETA. Para la última semana se ha dejado los otros «platos» fuertes: Valencia –y el esperado mitin con Camps en su plaza de toros– y Barcelona. El cierre lo hará con Andalucía, Castilla-La Mancha y Madrid.

–¿Se arrepiente de haber apoyado el FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), vistos sus escasos resultados?
–En este último Real Decreto retiramos el apoyo al Gobierno y nos abstuvimos porque aquello ya no tenía un pase. El FROB lo apoyamos porque entendimos que planteaba actuaciones que podían ser útiles en un determinado momento. Pero si al final tienes que sacar seis Reales Decretos leyes es que no estás haciendo las cosas bien.

–¿Le parece razonable que todavía haya comunidades autónomas peleando por mantener el control de una caja de ahorros?
–Yo no voy a impedir que si alguien es solvente, sabe hacerlo y puede hacerlo, tenga una caja de ahorros. Las cajas de ahorros han desempeñado su papel y facilitaron que a una parte del territorio nacional llegaran créditos para proyectos que si no nunca se hubieran llevado a cabo. Pero hoy el mundo es muy distinto, el número de entidades financieras tiene que ser menor y es lógico que salgan a bolsa.

–Por cierto, ¿usted está con los que creen que sin que se recupere el sector de la construcción lo llevamos crudo para volver a las tasas de crecimiento de la etapa de bonanza?
–La construcción llegó a representar un porcentaje muy importante del PIB. Y ahora es importante reducir el «stock» de viviendas y que se vuelvan a vender casas, pero en su valor. En cuanto al modelo de crecimiento, España tiene que crecer en función de lo que quieran los españoles, no de lo que imponga el Gobierno.

–¿Qué le ha parecido que el ministro Blanco se marche a Londres a colocar viviendas?
–Los extranjeros han comprado miles de viviendas en España durante años y sin necesidad de giras de ningún ministro. Haciendo este tipo de cosas uno más que ganarse la confianza la puede perder aún más y podemos dar la imagen de que España está en una situación peor de la que está. Para ganarse la respetabilidad en el exterior uno tiene que ser fiable, tener criterio, no cambiar de opinión cada día y ser previsible. Justo lo contrario de lo que ha hecho este Gobierno.

–¿Cómo le suena la idea de fusionar ayuntamientos para ahorrar gastos? También hay quien pide que se meta mano a las diputaciones.
–Sobre los ayuntamientos se puede y se debe hablar. Yo no tengo fijada una posición de antemano y admito que, igual que la UE fue construyéndose poco a poco, aquí sería bueno ir avanzando poco a poco en la dirección de la mancomunidad de servicios. Es verdad que hay provincias con 200 o 300 ayuntamientos, aunque posiblemente los presupuestos de cada uno de ellos son mínimos.

–¿Prevé que cuando pasen las elecciones del 22 de mayo nos llevaremos un susto con la realidad de los balances locales y autonómicos?
–Si el Gobierno de España desconoce la situación financiera real de las comunidades autónomas, entonces el problema que tenemos con el Gobierno de España es mucho mayor del que pensábamos.

–Ya hemos tenido el precedente catalán.
–Del que nos tiene que dar una explicación el Gobierno de España, porque o le ha engañado el tripartito o él ha engañado a los ciudadanos.

–Entonces, ¿usted cree que no hay agujeros escondidos, por ejemplo, en las cuentas municipales, y que se estén maquillando para no asustar al votante?
–Espero que no.

–¿Por sus comunidades y ayuntamientos pone la mano en el fuego?
–Que yo sepa, sí.

–¿Qué haría su Gobierno para bajar el precio de la luz?
–Utilizar todas las fuentes de energía de manera razonable y considerar el coste como uno de los criterios fundamentales a la hora de decidir el mix energético. España tiene capacidad de sobra para generar la energía que necesitamos, pero hay que utilizar todas las fuentes: la nuclear, las renovables, el carbón, el gas natural... Si las cosas se hacen de manera razonable, no sufriríamos los problemas que ahora tenemos. Pero la única política energética del PSOE ha sido anunciar el cierre de Garoña, dar primas a las renovables y luego quitárselas, es decir, provocar una subida continua del precio de la energía.

–Dicen algunos expertos que una vez que a finales de año estén ya listos los gaseoductos con Argelia, utilizando a pleno rendimiento las centrales de ciclo combinado de gas, ya no haría falta gastarse dinero en eólicas, fotovoltaica... ¿Usted intentará suprimir o revisar el programa de ayudas a las renovables que ha puesto en marcha el PSOE?
–Cuando se fijan unas reglas de juego, si las cambias unilateralmente corres el peligro de que te lleven a los tribunales y pierdas. Yo soy partidario de las energías renovables, pero de un mix que tenga en cuenta el coste y las emisiones de CO2.

–Después de la que se ha montado con el accidente en la central japonesa de Fukushima, ¿energía nuclear sí o no?
–Sí, pero con los máximos requisitos de seguridad.

–¿Pedirá informes al Consejo de Seguridad Nuclear para ver si se puede ampliar el periodo de vigencia de algunas centrales o si es posible construir alguna nueva?
–No hace falta abrir nuevas centrales nucleares en España porque producimos la energía suficiente para lo que consumimos.

–¿Y por qué entonces mantenemos la misma dependencia energética del exterior que hace treinta años?
–Porque nuestra economía depende demasiado del petróleo y en ese campo tenemos que seguir avanzando en medidas de eficiencia y ahorro energético.