ETA tiene todos sus «comandos» activos en Navarra y País Vasco pese a la tregua

El grupo que se escondía en Vizcaya fue desarticulado ayer por la Guardia Civil, en una brillante operación que se inició en Francia, tras el arresto, en mayo de 2010, del jefe del llamado «aparato militar» Mikel Karrera, «Ata».

Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, el hecho de que, tras la captura de «Ata», la banda no ordenara a los miembros de la célula de Vizcaya que huyeran y abandonaran el material que escondían, demuestra voluntad de continuidad y que el alto el fuego es un mero artificio estratégico para colar las candidaturas de su brazo político en los comicios de mayo. En teoría, el parón de los atentados fue decidido por los cabecillas en marzo del año pasado. Si tienen tanta voluntad de finalizar el «accionar armado», como lo llaman los dirigentes de Batasuna, les habría bastado con disolver la célula y comunicar dónde estaban las armas y explosivos, sin que tenga que venir ninguna comisión internacional de verificación.

Con lo que no contaban ETA y Karrera era con los sistemas de investigación de la Guardia Civil, que lograron localizar e identificar, pese a las dificultades que representaba, por ser miembros «legales» (no fichados), a los componentes del «comando».

Los arrestados son Daniel Pastor Alonso, de 37 años, de Galdácano; Lorena López Díez, de 31, vecina de Bilbao; Iñigo Zapirain Romano, de 34, de Bilbao; y Beatriz Echeverría, de 33, con domicilio en la capital vizcaína y que trabajaba en una «herriko taberna» (sede social de Batasuna).

Los agentes de la Benemérita, que actuaban por orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska, registraron varios inmuebles en los que se incautaron de unos 200 kilos de sustancias explosivas, armas y diverso material para la confección de bombas.

Según una nota de la Benemérita, entre el material intervenido figuran: 180 kilogramos de nitrato amónico; 15 litros de nitrometano; un subfusil MAT con dos cargadores; una pistola Browning con dos cargadores; un revólver Smith Wesson calibre 38 con munición; varios tupper para la confección de artefactos tipo lapa; ollas para confección de artefactos explosivos; cordón detonante; temporizadores con anagrama de ETA; dos placas de matrícula vírgenes; radiomandos y emisores de radio-control; documentación falsa de Ertzaina, permiso de conducir, DNI y TIM (Tarjeta de Identificación Militar).

Se trata de la dotación habitual de un «comando legal armado» y los investigadores sospechan que ha podido cometer alguno de los más de treinta atentados perpetrados por ETA desde el año 2000 en Vizcaya y provincias limítrofes. Fue Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», el que formó la célula. Las investigaciones de la Guardia Civil se centran en los atentados perpetrados con explosivos, bombas-lapa (las que se colocan debajo de los automóviles y se activan con el movimiento), coches-bomba, etcétera, ya que el material que se ha incautado hace sospechar que el «comando» estaban especializados en este tipo de acciones criminales.

Nota de la APROG
La Asociación Pro Guardia Civil (APROG) hizo pública una nota para felicitar a los agentes «que en el cumplimiento de su deber alcanzan con sacrificio las más altas cotas de eficacia en defensa de los derechos y libertades de los ciudadanos». «Las "ofertas de paz"vacías de la banda que coexisten con comandos terroristas y explosivos siempre se encontrarán enfrente a la Guardia Civil».