Benedicto XVI

El Papa pide a Merkel ética para afrontar la crisis

La canciller alemana, Angela Merkel, abordó hoy con Benedicto XVI la crisis financiera global y la situación de los mercados de divisas, como parte de las preocupaciones que hoy por hoy "atañen también al papa", en palabras de la jefa del Gobierno alemán.

Merkel, en una breve intervención tras aproximadamente un cuarto de hora de reunión con el papa en la Academia Católica -sede de la Conferencia Episcopal Alemana en Berlín-, expresó su satisfacción por la visita del pontífice a la capital de su país natal.

La canciller, hija de un pastor protestante, destacó la importancia de esta visita a Alemania, en tanto que "país de raíces cristianas", así como el tono cordial de su entrevista con Benedicto XVI, en la que estuvo acompañada de su esposo, Joachim Sauer.

La propia Merkel, en un acto celebrado anoche en la sede de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido que preside, a propósito de la visita papal, incidió en la necesidad de modernizar las iglesias -católica y protestante- y avanzar en el movimiento ecuménico.

Ratzinger comenzó hoy su visita de tres días a su país natal, la tercera desde que se convirtió en papa y la primera que incluye Berlín en su agenda, con una recepción oficial en la residencia del presidente federal, Christian Wulff.

En los jardines del Palacio de Bellevue y ante un millar de invitados, el pontífice lamentó la "creciente indiferencia"de la sociedad ante la religión, base de la vida comunitaria.

"Así como la religión necesita de la libertad, también la libertad necesita de la religión", dijo Benedicto XVI citando al reformador social Wilhelm von Ketteler, del que se cumple el 200 aniversario de su nacimiento.

El papa subrayó que la libertad necesita estar ligada "a una instancia superior"y que en la convivencia humana no puede haber libertad sin solidaridad, no solo a nivel privado sino en la sociedad.

"Bienvenido a casa", dijo Wulff al recibir oficialmente al pontífice en el Palacio de Bellevue, poco después de que el avión papal aterrizara en Berlín.

El presidente subrayó el papel del papa Juan Pablo II en la caída del muro de Berlín y el Telón de Acero, pero también de la iglesia evangélica en la extinta RDA a la hora de acoger y alentar a quienes con sus protestas públicas acabaron con la división de este país.

Aludió, asimismo, al escándalo de pederastia en el seno de la Iglesia católica en Alemania y a las reivindicaciones de amplios sectores que exigen el fin del celibato y la ordenación de mujeres como sacerdotes.

La iglesia no es una sociedad paralela en la sociedad, dijo Wulff, quien preguntó por la "misericordia"con la que la iglesia atiende a aquellos que han vuelto a casarse tras un divorcio, como es su propio caso, y que desean participar de nuevo en el sacramento de la comunión.

Wulff y el papa mantuvieron seguidamente una reunión a solas de una media hora, a la que siguió un encuentro del pontífice con la familia del presidente alemán.