Balón de Oro

Va por Sara

La Razón
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Sólo falta que a Sara Carbonero se le niegue la libertad de expresión por ser novia de Casillas. Que haya salido a la luz cierta tirantez dentro de la plantilla del Real Madrid era de esperar después de aquella intervención televisiva de la periodista en la que dibujó con trazos gruesos la personalidad de Cristiano Ronaldo. Comenté en su día que Casillas había tenido que matizar lo dicho por su novia, para que la herida no se gangrenara. Mas no ha sido suficiente. Por lo que se respira dentro del vestuario, ambiente del que siempre hay quien trata de reflejarlo aunque sea discretamente, es difícil que el portugués tenga autoridad moral para que todos le doren la píldora. Su discrepancia por lo que dijo Sara, quien estaba en su derecho, no ha sido caso único. Recuérdese lo mal que cayeron sus desplantes a compañeros que no le habían pasado el balón o su frialdad ante el gol marcado por otro. Ya hace tiempo que se comenta el hecho de que las celebraciones por sus goles no crean entusiasmo general. Hay quienes anotan el nombre de quienes le abrazan y quienes le felicitan sólo educadamente. Cristiano Ronaldo no puede hacer amigos por muy importantes que sean sus goles. Su ego es cargante. Será la gran estrella del equipo, pero no parece que vaya a ser el capitán que los manda. Le matan la soberbia y el engreimiento. Y Sara puede seguir siendo periodista aunque se case con Casillas, líder indiscutible del vestuario y a quien debe más el club que a los ídolos fichados en los últimos diez años.