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La UE aprueba el permiso único de residencia y trabajo para inmigrantes legales

El pleno del Parlamento Europeo ha aprobado este martes una norma que establece un procedimiento simplificado para que los inmigrantes legales puedan acceder a un permiso único de residencia y trabajo y equipara sus derechos laborales, como el salario, el acceso a la seguridad social y la formación, a los de los ciudadanos de la UE. Los 27 tienen un plazo de dos años para aplicar la nueva norma en sus legislaciones nacionales.

La nueva norma reduce los trámites administrativos y simplifica el procedimiento de admisión de los migrantes que quieren vivir y trabajar en un país de la Unión Europea. Los eurodiputados rechazaron el pasado año una primera versión de esta norma, al considerar que no simplificaba suficientemente el proceso.

Con la decisión de establecer una 'ventanilla única', los trabajadores extranjeros en situación regular y los empresarios que los contratan podrán solicitar los permisos de residencia y trabajo mediante un procedimiento único. Esta iniciativa completa otras ya en marcha como la tarjeta azul y pretende facilitar la inmigración legal y responder al tiempo a las necesidades del mercado laboral europeo, según explica la Eurocámara en un comunicado.

En cualquier caso, la decisión de admitir la entrada de un inmigrante seguirá estando en manos del país comunitario al que llega, cuyas autoridades tendrán un plazo de cuatro meses para aprobar o rechazar una solicitud de permiso único.

Además de simplificar los trámites para obtener los permisos de residencia y trabajo, el permiso único atribuye una base común de derechos a los trabajadores de terceros países y a los trabajadores de la UE. La igualdad de trato de los trabajadores está en el corazón de esta directiva, según explicó la ponente del informe de la Eurocámara, la francesa del PPE Véronique Mathieu.

Estas normas se aplicarán a los extranjeros que soliciten la residencia para trabajar en uno de los Estados miembros o que ya residan legalmente en la UE. Los trabajadores desplazados dentro de la UE estarán excluidos del permiso único, al igual que los residentes de larga duración y los refugiados (que ya están cubiertos por otra legislación comunitaria).

Los temporeros y los empleados de multinacionales desplazados a una de las delegaciones de su empresa en la UE tampoco están incluidos, pues quedarán cubiertos por dos directivas sectoriales. Los trabajadores autónomos, las au-pairs y los marineros que faenan en buques comunitarios también están excluidos.

El permiso único equipara los derechos laborales de los inmigrantes legales a los del resto de ciudadanos europeos que trabajan en suelo comunitario, por lo que tendrán acceso a la seguridad social en las mismas condiciones que los ciudadanos del Estado miembro de acogida. Sin embargo, este derecho podrá restringirse en el caso de trabajadores con contratos de menos de seis meses. Además, los países podrán limitar el acceso a las prestaciones familiares en el caso de inmigrantes admitidos para cursar estudios.

También podrán recibir sus pensiones cuando regresen a su país de origen en las mismas condiciones y con los mismos porcentajes que los nacionales del Estado miembro en el que hayan cotizado. Los países de la UE podrán restringir el acceso a los servicios públicos, como la vivienda, a los inmigrantes que estén trabajando.