Presos

El fin de ETA «sin impunidad»

Las víctimas del terrorismo han pactado un documento que fija los «principios rectores» sobre el final de ETA. Reclaman que se exija tanto a la organización terrorista como a su entorno político que condenen toda la historia de la banda para participar en el juego democrático.

Las víctimas del terrorismo exigen un final de ETA «sin impunidad»
Las víctimas del terrorismo exigen un final de ETA «sin impunidad»larazon

Estas exigencias también son extensivas a una hipotética reinserción de los presos de ETA, condicionada a que reconociesen antes el daño causado y condenaran públicamente las acciones terroristas. Dirigidas por la Fundación de Víctimas del Terrorismo, la mayoría de todas las asociaciones y fundaciones han trabajado durante meses en este documento que fija sus condiciones mínimas sobre cómo debe ser el final del terrorismo. Las asociaciones y fundaciones tienen la intención de editar el documento para remitírselo al Gobierno y a todos los diputados.

Respeto con las víctimas

Recuerdan que, aunque «no tienen competencia para diseñar las políticas de los gobiernos», sí pueden «exigir». Por ello, piden respeto y sensibilidad con las víctimas en la opinión pública con el fin de que actúen con cierto autocontrol en cuanto a los usos propagandísticos del lenguaje, evitando ocasionar un doble dolor añadido y una susceptibilidad justificada entre los más sensibles.

Reglas del juego claras

Exigen claridad y franqueza en el fin del terrorismo. Unas reglas del juego comprensibles para todos.

No a la impunidad
Recogen como imprescindible resistirse a la tentación de impunidad judicial o histórica para blindarse contra cualquier táctica engañosa promocionada por el mundo de Batasuna o ETA. Las víctimas destacan que nunca se han vengado y advierten de que la justicia real no es negociable.

El fin de la banda

Su «no a la impunidad» es rotundo y lo plantean hasta en tres puntos: antes del fin de ETA, durante el fin de ETA y tras el fin de la banda.

Exigencia a ETA
Solicitan que se exija tanto a la banda terrorista como a su entramado político la necesaria condena de la historia de ETA para poder participar en la política democrática, a fin de evitar una nueva tentativa de banalización, relativización y legitimación, a posteriori, de la misma.

Política penitenciaria

No debe convertirse en una política de gracia, ya que un derecho «irrenunciable» de las víctimas es el derecho a la justicia. Según advierten, una medida como la excarcelación anticipada de presos juzgados y sentenciados «enmascarándolo en una aplicación laxa de la progresión de grados», supondría también una «forma de impunidad». Por ello rechazan que se pida la generosidad a las víctimas y subrayan la necesidad de separar la justicia de la moral.

Reinserción

La reinserción de presos de ETA, según sostienen, debe tener una vertiente pública y otra privada y siempre en casos individualizados, porque «no serían aceptables soluciones colectivas para el colectivo de presos etarras». La privada exigiría el reconocimiento del daño personal causado, la asunción de responsabilidad pecuniarias y la colaboración con la justicia para resolver los asesinatos aún no esclarecidos. La pública exigiría la denuncia pública del reinsertado de la violencia, lo que conlleva que acepte el Estado de Derecho y condene los fines totalitarios del terrorismo.

Esclarecimiento

Las víctimas creen que el hipotético final de ETA debe hacer posible el esclarecimiento de todos los atentados que están sin resolver.

¿Y si hay impunidad?

El texto también contempla esta posibilidad y advierte del mismo modo de que, en ese caso, las víctimas del terrorismo no podrían desarrollar un papel de deslegitimación ética, social y política que necesitará la sociedad vasca y navarra.