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Sábados al sol

La Razón
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El primer sábado de junio no pudo ser mejor. Empecé a las ocho paseando con perros incluidos. Después de seis meses intentándolo, fui por primera vez al gimnasio, media hora de puesta a punto y primer chapuzón piscinero. Me arreglo de forma informal, Cayetana de Alba había tenido la gentileza de invitarme a su palacio. Un grupo de amigos nos encontramos disfrutando de un aperitivo en las galerías del palacio: la mejor amiga de la Duquesa, Carmen Tello, recibe constantemente felicitaciones por la boda de su hija Carmen, de la que fue la gran artífice. Curro Romero, rey emérito del toreo, Espartaco, maestro del toreo y del saber estar, Antonio Burgos y su esposa, Isabel Herce. Hablamos de los últimos acontecimientos y como es habitual nos reímos mucho. Fina Burgos, su esposo, Enrique, y la hija de ambos, Pilar, siempre encantadora. Antonio Pardal, hombre que hace de la filosofía un espectáculo. Rocío de la Cámara, bella y organizando la boda de su hija. La sorpresa fue la gran cantaora Esperanza Fernández, acompañada de sus hijos, dos gitanitos de exposición, su sobrino «El Bola», jovencísimo cantaor. Después del aperitivo pasamos al comedor, que era la sucursal del parque de María Luisa. De vuelta a la galería del palacio, café, copa y el regalo de la cantaora y su familia, unas pinceladas flamencas con autenticidad y compás. Como la anfitriona es magnífica y su prometido Alfonso Díez, está al mismo nivel, todo resultó estupendo. Espartaco tenía una cita en la plaza de toros de Espartinas, donde Eduardo Dávila Miura y Rafael Peralta hijo, impartían el segundo curso de iniciación al toreo. Cerca de 100 alumnos, incluidas tres mujeres, de distintas nacionalidades y edades, disfrutan de tres días de aprendizaje del toreo. Clases magistrales de Morante de la Puebla el viernes y Espartaco el sábado. El domingo las vaquillas examinarán a los alumnos. Era tan interesante el espectáculo, que Mamer Revuelta y el cronista nos fuimos con Espartaco y disfrutamos muchísimo. El próximo septiembre pienso apuntarme. Lo dicho, un magnífico sábado al sol.