Barajas
Higuaín llega a Madrid en la inopia
El malestar de Mourinho por que Gonzalo Higuaín no haya aún pasado por el quirófano quedó más que patente el domingo y el último en enterarse de la reacción del técnico (de cómo lo compartió públicamente) ha sido el propio jugador, que ayer aterrizó en Madrid, tras diez días en Argentina, en la inopia. «Pipita» no entendía nada. En circunstancias normales, menos de un puñado de periodistas le hubieran estado esperando en el aeropuerto para arrancarle las primeras palabras de cómo iba evolucionando la rehabilitación de sus problemas en la espalda –hernia discal–, pero ayer lo hizo en medio de una gran expectación.
«Estoy mejor, pero no es momento de hablar. Falta todavía un poquito. Las vacaciones me han sentado bien. Cuando tome la decisión hablaré. No voy a hablar ahora», dijo en clara contraposición a las declaraciones de su técnico, en las que éste daba por hecho que Higuaín iba a tener que operarse, que se había perdido un tiempo precioso por la visión médica de un «iluminado» y a la que se había aferrado al jugador pese a la convicción de los médicos del club, y que se perderá lo que resta de temporada.
La versión del club coincide con la del jugador y no con la de Mourinho, por lo que nos encontramos ante un nuevo desencuentro entre los despachos del Bernabéu y el técnico luso. Fuentes consultadas del club afirman que los planes establecidos eran hacer una nueva evaluación del estado de la lesión de Higuaín en quince días y decidir si necesitaba finalmente de operación quirúrgica. Desde luego, en el club no tienen aún la certeza de que Gonzalo debe operarse como con la seguridad que lo asume Mourinho.
Además, no creen que se haya perdido el tiempo, ya que todo el fortalecimiento de la espalda que, desde el 21 de noviembre, lleva haciendo Gonzalo será tiempo ganado tras la operación, carga de trabajo adelantada en la que no hará falta incidir tanto. La última discrepancia en cuanto a lo aireado por Mourinho –de forma inesperada, sin mediar comunicado alguno de los servicios médicos madridistas, sin el jugador presente en Madrid– es en el tiempo de recuperación. Mientras médicos y clubes se hacen a la idea de dos o tres meses de baja desde la operación, Mourinho hablaba de seis meses.
La manera de abordar la lesión de Higuaín es el tercer desencuentro (sonados) entre Mourinho y la directiva, que se une a la negativa del fichaje de un «9» en el mercado de invierno y a la lista de los 13 errores arbitrales con la que apareció «Mou» antes del parón.
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