Crisis económica

Reflexión necesaria

La Razón
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Ése es el mayor peligro. Que la mitad de los empresarios consideren normal ofrecer regalos a cambio de favores. Es el verdadero riesgo de institucionalizar de la corrupción. El problema es que la sociedad vea como normal prácticas delictivas. Eso es lo que hace posible configurar un país de tramposos. En como preferir el acceso a la corrupción a batallar contra ella.

Casi la totalidad de los encuestados reconoce claramente inmoral hacer facturas ficticias a petición de determinados clientes, pero un 20 por ciento lo acepta como práctica habitual y extendida. Los datos sobre atentados contra el medio ambiente, el ejercicio de la economía sumergida, la mentira a Hacienda desvelan que una buena parte de todos nosotros nos identificamos con el engaño y el fraude.

Echamos la culpa a los políticos de determinadas prácticas y obviamos a quien se dispone a comprarlos. Resulta más favorecedor desprestigiar al político y salvarnos de la quema. Aquello de ver la paja en el ojo ajeno y no ver la viga en el nuestro.

La encuesta publicada ayer por el Observatorio de Ética y Responsabilidad Social de la Empresa debería hacernos reflexionar a todos, no solo a unos. Así es la vida.