La Fiscalía cree «aislado» el maltrato en el centro de la Cruz Blanca

SEVILLA- La Fiscalía ha pedido un informe forense sobre la minusvalía de los cuatro disminuidos presuntamente maltratados en un centro de los Hermanos de la Cruz Blanca de Dos Hermanas, ya que se trata de hechos «aislados» y las familias están «muy satisfechas» del trato que reciben.La fiscal jefe de Dos Hermanas, María Ángeles Calvo, informó ayer de la denuncia que tramita un juzgado de la ciudad contra dos religiosos, cuatro trabajadores laborales y un voluntario del centro Miguel de Mañara por supuestos malos tratos, que en el caso de los dos hermanos se limita a dos cachetes propinados a otros tantos internos para reprenderles por su comportamiento.Según la fiscal jefe, uno de los aspectos que se investiga es si los trabajadores llevaban a cabo de forma sistemática prácticas «atentatorias contra la dignidad de los residentes» o simplemente se trataba de un problema derivado de la presencia de un «personal no debidamente cualificado».Calvo explicó que los siete imputados estaban citados ayer en el juzgado número 2 de Dos Hermanas pero su comparecencia se ha aplazado al 1 y 2 de julio debido a que han renunciado al abogado de oficio y han designado uno de su elección. Según la fiscal jefe, de la treintena de disminuidos psíquicos que acuden al centro, los presuntos malos tratos se refieren a cuatro y sus familias han declarado que no desean denunciar.Por ello, la Fiscalía va a solicitar un informe forense sobre el grado de minusvalía de los afectados, ya que de las primeras investigaciones se deduce que el maltrato «no es la regla de actuación de la residencia».

Dos trabajadoras denuncian acosoAdemás de la referente a los presuntos malos tratos, el juzgado tramita otra denuncia relativa al supuesto acoso laboral o delito contra la Administración de Justicia en la que están imputados el religioso que dirige la residencia Miguel de Mañara y el superior de la orden, que también reside en ese centro.Estas segundas diligencias derivan de la declaración prestada por dos trabajadoras del centro, quienes dijeron a la juez que, tras esta declaración sobre el supuesto maltrato, sus compañeros de trabajo las insultan y «ni las miran».