El terrible legado de Milosevic

Como sus compatriotas Kusturika o Paskaljevic, Srdan Golubovic quiere mostrar en sus películas la realidad de Serbia sin aderezos, aunque a veces sea desalentadora. Director reconocido internacionalmente, en el pasado Festival de Cannes le premiaron por su futuro filme, «Circles», como la mejor película en proyecto: «Los galardones me dan la oportunidad de rodar más filmes con total libertad, el apoyo financiero que necesito y consiguen que la gente conozca mi trabajo», asegura.En «The trap» habla del debate moral de un hombre por salvar la vida de su hijo, con una enfermedad cardiaca, que tiene que elegir entre la desesperación, porque no tiene el dinero que cuesta la operación, o aceptar un terrible negocio: «Si no tienes dinero la sociedad te margina. Ocurre en todos lados, por eso creo que la historia de la película tiene un fondo universal. Pero el filme es una crítica a la sociedad serbia de hoy en día, al restablecimiento de los magnates de la posguerra. Es la crónica de cómo hemos perdido la humanidad», explica.

Una visión realSobre cómo se ha visto la historia en Serbia, dice: «La cinta ha sido muy bien acogida porque, en el fondo, han visto una historia cotidiana que le puede ocurrir a cualquiera. Creo que es una visión muy real de mi país, llena de matices». Respecto al régimen de Milosevic y su legado, afirma: «Destruyó Serbia, envió a tantas personas a la muerte... Acabó con la industria y los valores morales. Y robó y pervirtió al país. Me siento muy decepcionado, porque han pasado ya diez años desde su caída y han cambiado pocas cosas. Y lo peor de todo es que no hemos mejorado nada como personas». Aunque confiesa que la dictadura que sufrió su país le ha dado mucho juego en su filmografía: «Para mí ha sido una gran fuente de inspiración artística. Sigo haciendo cine que habla de las sombras de los años marcados por su regimen. Cuando se marchó Milosevic perdí a alguien a quien odiaba, siempre es bueno tener algo contra lo que luchar». Por todo ello comprende la situación que atraviesa el director iraní Jafar Panahi: «Panahi es un gran director y un hombre valiente. Su situación es la imagen más precisa de una dictadura».