Investigación científica

Armas naturales contra las bacterias

Armas naturales contra las bacterias
Armas naturales contra las bacteriaslarazon

1 - jengibre
Tiene capacidad antibacteriana y combate la Escherichia coli dada la tolerancia en la flora intestinal, lo que le permite combatir este microorganismo con eficacia, sobre todo en casos de gastroenteritis en niños. También sirve como arma contra Helicobacter pylori, con la que protege contra los jugos gástricos que provocan las úlceras. Además, ahora con el frío, la concentración de aceites esenciales que «aplicados de forma tópica eleva el grado de vasodilatación periférica, que ayuda a mantener el calor», apunta Navarro.
 

2 - cebolla
De la misma familia que el ajo, se puede usar como antiséptico externo e interno. Esta hortaliza es rica en componentes sulfurados, ácidos y flavonoides. Resulta perfecta para combatir procesos infecciosos respiratorios como gripes, neumonías, faringitis... Además, en este sentido es un buen desinfectante.
Por otro lado, por la estimulación del sistema inmunológico ayuda en otro tipo de trastornos de huesos y articulaciones.
 

3 - equinácea
«La equinácea se emplea para prevenir y como coadyuvante en infecciones recurrentes del tracto respiratorio (catarro común, gripe, tos seca, bronquitis)», explica la profesora de Farmacología de la Universidad Complutense Mª Emilia Carretero. La eficacia de esta planta se debe a la combinación de la actividad de varios de sus componentes, como los compuestos fenólicos, polisacáridos y alquilamidas, ya que potencian varios grupos de células del sistema defensivo humano y convierten a la ecquinácea en una de las plantas más útiles frente a gripes y resfriados por la estimulación del sistema inmunitario.
 

4 - ajo
Dentro de las diferentes bondades farmacológicas que posee, destaca el tratamiento de las afecciones antibacterianas. Su componente principal, la alicina, es el responsable de sus propiedades como antibiótico natural y contenedor de sustancias antisépticas para acabar con las sobreinfecciones durante los procesos víricos, más abundantes durante la época invernal. También es rubefaciente.