El islamismo radical se cuela en las urnas galas

Con las elecciones presidenciales francesas en abril, los atentados perpetrados por un francoargelino ligado a Al Qaeda han disparado las alarmas en la clase política gala. El asesino, responsable de siete muertes –tres de ellas de niños–, ha provocado un cambio en el discurso de los candidatos, que quizás recordando el caso español, han aparcado sus propuestas partidistas para hacer piña con Sarkozy y evitar que «se ponga de rodillas a la República», como apuntó el presidente. El «efecto Toulouse» sin duda pesará en la balanza electoral francesa.
 

Gallardón quiere erradicar las filtraciones
Ruiz-Gallardón quiere acabar con las filtraciones de los sumarios en el marco de la reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Habrá severas sanciones administrativas y se limitará a un mes el secreto. Debemos felicitarnos por los planes del ministro. Las filtraciones han servido a una práctica política escandalosa, especialmente con los gobiernos socialistas y sus medios afines. El PSOE alimentó los juicios paralelos y la pena del telediario y con ello se socavaron derechos que el PP quiere reponer.
 

La delegada frena a los provocadores ateos
La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido una marcha atea para el Jueves Santo. El argumento ha sido sencillo e irrebatible: se trata de una fecha «de especial significación para los católicos» y el recorrido elegido coincidía con las procesiones. Hay que felicitarse por la decisión de Cristina Cifuentes. El fin último de la protesta no era movilizarse contra la Iglesia –para eso hay múltiples fechas fuera de la Semana Santa–, sino provocar a los católicos y desestabilizar, en otra prueba más del carácter sectario y ofensivo de la izquierda.