«Hay más sexo en el cerebro del hombre»

-¿Qué concepto no se debe olvidar nunca del cerebro masculino?-El hombre tiene impulsos para controlar su territorio y parte de ese territorio son su esposa y sus hijos. Es una señal positiva de amor y de compromiso.-En su libro plantea la evolución del cerebro masculino. Cuando son niños, les gustan los juegos agresivos.-Les encantan los juegos «brutos», los juguetes como las armas, correr, pelearse. Y las niñas prefieren los juegos donde cumplen un rol: «Yo soy mamá y tu eres papá». -Entonces, ¿podríamos decir que los niños son más independientes?-Las niñas están más pendientes de lo que los demás quieren de ellas y los chicos están más centrados en lo que ellos quieren. En todo el mundo se castiga más a los varones que a las hembras, quizá porque no escuchan tanto. -Los hombres se sienten muy vulnerables cuando se cuestiona su virilidad. -Es que la asocian con su masculinidad y su sexualidad, y eso les resulta amenazante. Mejor no hacerlo.-¿Se podría decir que ser promiscuo refuerza su virilidad ? -No tiene por qué. Sabemos que la testosterona les sube al cerebro y esa hormona es un combustible muy potente que les provoca muchas fantasías sexuales. El área del sexo en el cerebro del varón es 2,5 veces mayor que en las mujeres. Es un proceso impulsado por la biología. -Y una coartada para ser infiel... La vida me ha hecho así.-Ja, ja, ja, sí. Pero no tienen por qué ser necesariamente infieles. Sí, esa hormona está ahí y provoca un impulso. Para eso está la educación, para enseñarnos a controlar los impulsos. Si un hombre dice eso, es que el resto de su cerebro no ha sido formado para ser civilizado. -¿Piensan más en el sexo que en el amor?-Sabemos que los hombres piensan mucho en el sexo. Pero en el caso del amor y el sexo juntos, los hombres se hacen adictos sexualmente a la mujer de la que están enamorados. -¿La violencia de género tiene que ver con ese concepto de territorialidad?-Sí, pero en un caso extremo. No lo justifico, pero hay en el hombre un deseo de proteger a su mujer de todos los intrusos y evitar que huya de su territorio. Su miedo a perderla le convierte en un ser agresivo.

Con firma propiaProfesión: Neuropsiquiatra en la Universidad de CaliforniaNació: 1952, KentuckyPor qué está aquí: presenta el libro «El cerebro masculino» (RBA)