La «tormenta perfecta» hunde la Bolsa hasta nuevos mínimos

La «tormenta perfecta» que barrió ayer los mercados se formó a ambos lados del Atlántico y no dejó títere con cabeza. Grecia está a un paso del «default» (quiebra), es un enfermo con respiración asistida y las piezas de la maquinaria que sostiene sus finanzas públicas empiezan a griparse. Como perfecto ejemplo, la dimisión del alemán Stark en el BCE por disconformidad con el programa de compra de deuda pública, que fue el detonante de los desplomes en renta variable.

La directora gerente del FMI, Christine Lagarde, que desató todos los temores el pasado domingo tras alertar del riesgo de recesión, pidió medidas «con convicción y urgencia» ante la «crisis de confianza» que vive el mundo. Además, la dirigente francesa lanzó una «patata caliente» a los bancos centrales, especialmente al BCE, al señalar que «el riesgo de recesión supera al de la inflación». Entre líneas, Lagarde pide a la institución que evalúe la posibilidad de una baja de tipos.

El sector financiero encabezó los descensos de la sesión de ayer en los índices europeos, lastrado por el rumor de una posible quiebra de Grecia y un informe negativo de Goldman Sachs. Los bancos, especialmente los franceses, tienen una elevada exposición a la deuda soberana helena y el impago del país sería la peor noticia posible. La gala Société Générale se dejó más de un 10% y otras ocho grandes entidades europeas, entre ellas Santander y BBVA, registraron descensos de entre el 5% y el 9%.

Con la banca a la cabeza de los recortes, los índices volvieron a los niveles de marzo-abril de 2009 tras el espejismo alcista de las dos sesiones precedentes. El Ibex 35 se dejó un 4,44%, Fráncfort cedió el 4,04% y París recortó el 3,6% de su valor. Milán lideró las caídas con un desplome del 4,93%.

En el mercado secundario, el interés de los bonos soberanos de los países periféricos volvió a crecer, lastrado por la salida de Stark del BCE y la oposición de parte de la política germana a prolongar el progama de compra de deuda periférica. La rentabilidad del bono heleno marcó máximo histórico en el 20,41% y su prima de riesgo se diparó hasta los 1.864 puntos básicos.

Wall Street no confía en el presidente
El Dow Jones perdió ayer el nivel de los 11.000 puntos con un descenso del 2,69% tras conocer el plan para estimular el empleo de Obama, que podría ascender a 450.000 millones de dólares (330.000 millones de euros) y que amenaza con desatar una nueva disputa entre los legisladores de EE UU. Además, el líder demócrata promete anunciar un nuevo proyecto contra el déficit el próximo 19 de septiembre, en un movimiento que recuerda al estímulo de 750.000 millones de dólares que aprobó el país tras la quiebra de Lehman.