Egipto

Las egipcias se destapan

Yousry Nasrallah denuncia en «Mujeres de El Cairo» la situación de éstas en su país

Las egipcias se destapan
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Tenía 36 años cuando Yousry Nasrallah metió la cabeza en el cine. Pese a haber estudiado Economía y Ciencias Políticas, llevaba el séptimo arte en la sangre, y en 1987 rodó su primer filme, «Sarikat Sayfeya» («Robos de verano»). Con él inauguró la Quincena de Realizadores de Cannes. A lo largo de su filmografía siempre se ha hecho cargo de los guiones, pero en «Mujeres de El Cairo», presentada en los festivales de Toronto y Venecia, hace una excepción y rueda una historia escrita por Waheed Hamed, un autor muy comercial, algo que difiere del trabajo de Nasrallah, famoso por su obra poco accesible.

Mujeres resistentes

«Di con un guión que le daba un gran protagonismo a las mujeres, donde los personajes resisten ante las adversidades, algo que me gustó mucho, así que la historia no se alejaba de mi cine, y, además era comercial», explica el cineasta, y añade: «Mi cine es muy diferente al que se hace en Egipto, le doy mucha importancia a las mujeres, ya que no concibo el cine sin ellas. Cuando empecé hace más de 20 años, los papeles femeninos eran muy reducidos». En su nuevo filme cuenta la historia de Hebba, una presentadora de televisión que decide dejar de hablar de política para hacerlo de mujeres reprimidas por una sociedad donde el hombre tiene el poder. «La mujer suele sufrir más represión social porque es más vulnerable, pero también tiene más resistencia, algo que me conmueve. Más que la represión sobre ellas, reflejo la que existe en la sociedad egipcia y en el mundo», puntualiza. Sobre cómo se acogió el filme en su país dice: «Fue muy bien recibido, aunque hubo algunas revueltas integristas que intentaron boicotearla, pero al final se impuso por sí misma». En el filme, la protagonista viaja por primera vez en metro y ve una realidad desconocida. Nasrallah asegura que las clases altas son ajenas a esa realidad y bromea: «Esa gente no usa el metro». Un metro abarrotado de mujeres con velo islámico, sobre el que el director opina: «El velo forma parte de la libertad individual y no debe politizarse. Pero estoy en contra del burka, debe prohibirse».