Londres
Grecia «se queda» con el Big Ben para protegerlo de la contaminación
Londres agota la paciencia a los griegos, que llevan décadas exigiendo la devolución de su patrimonio. Ahora, en otra tentativa que parece también condenada al fracaso, el país heleno ha puesto en marcha una campaña de concienciación en Internet para reclamar la devolución de las piezas de la Acrópolis -en concreto los frisos del Partenón- que se exhiben en las galerías del Museo Británico.
La programación televisiva se interrumpe con un informativo urgente. La corresponsal Maria Manthopulou informa desde Londres de que el reloj del Big Ben, «literalmente, ha desaparecido». El responsable de la extraña desaparición es el multimillonario griego Aristotle Elginiadis, con el que se contacta en directo. «Me lo he llevado para protegerlo, ¿usted sabe la contaminación que hay en Londres?», dice el magnate a la cámara. Respecto a devolverlo… «se lo prestaré por unos días», dice en tono sarcástico.
El vídeo corresponde a una campaña con la que Grecia pretende llamar la atención internacional acerca del expolio al que consideran que fue sometida la Acrópolis por parte de los británicos.
«¿Qué significa Shakespeare para Inglaterra? ¿Y qué hay de la catedral de San Pablo? ¿Qué significa el Taj Mahal en la India? ¿Qué significan las pinturas de la Capilla Sixtina en Italia?», se preguntaba Melína Merkoúri, actriz, cantante y activista política griega.
Merkoúri, miembro de una auténtica dinastía de políticos griegos, fue la primera ministra de Cultura del país. Falleció en 1994 sin ver cumplido su sueño, el de hacer regresar a su tierra los mármoles del Partenón: «Son nuestro orgullo, nuestra identidad y el enlace de hoy con la excelencia griega. Son creaciones sinónimo de nuestros conceptos de democracia y libertad», aseguraba.
La lucha en Internet
Las redes sociales han tomado ahora el testigo en la lucha del país por recuperar sus tesoros, recogidos fundamentalmente en las galerías del Museo Británico. La campaña «Bring them back!» (traedlos de vuelta) está movilizando en Internet a miles de personas –ya superan las 130.000- para presionar al Gobierno británico.
«Pedimos la devolución de los mármoles del Partenón a Grecia y la reunificación del monumento», reza la página web en la que se anima a participar a los visitantes: «Nosotros, los usuarios de Internet, tenemos poder para obtenerlo y ser capaces de movilizar a la opinión pública internacional», aseguran sus promotores.
Dos siglos de disputa
Hace 200 años, el entonces embajador británico Thomas Bruce, conde de Elgin –nombre que recoge con ironía el multimillonario del vídeo, Elginiadis-, hizo llegar a Inglaterra entre 1801 y 1805 la colección que hoy se conoce como los «Mármoles de Elgin», procedentes del Partenón.
En total, la colección representa casi la mitad de las esculturas decorativas del Partenón: 75 metros de los casi 160 que tenía el friso original; 15 de las 92 metopas; 17 figuras parciales de los pedimentos, así como otras piezas de arquitectura.
Las adquisiciones de Elgin incluían también piezas de otros edificios de la Acrópolis ateniense: el Erecteión, reducido a ruinas durante la guerra de independencia de Grecia (1821–1823), los Propileos y el Templo de Atenea Niké.
Pero el Museo Británico todavía alberga grandes joyas del monumento, y las expone con orgullo, sabedor que son uno de los grandes atractivos que llevan hasta sus puertas a miles de visitantes cada año.
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