El PP «entiende» la indignación de los funcionarios

El PP sigue avanzando por la senda del discurso social. Ayer, un día antes de la huelga de funcionarios por los recortes en sus nóminas, la dirección popular se solidarizó con los empleados públicos y dijo que «entiende» la «indignación» que les ha llevado a convocar la primera protesta tras el tijeretazo del Gobierno para taponar la hemorragia del déficit público. El PP considera, además, una «broma de mal gusto» que el Gobierno haya intentado calmar los ánimos de los empleados públicos con correos electrónicos en los que pide comprensión y justifica los recortes en el «interés general», como adelantó ayer LA RAZÓN. Dentro del discurso de enmienda a la totalidad que mantiene el PP en política económica, este movimiento «apaciguador» no es más que una «burda maniobra» para «esconder los errores» y una «política de gasto manirroto que nos ha llevado a la ruina». La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, aclaró ayer que la huelga «no soluciona una crisis», pero, hecha la precisión preventiva, abundó en el mensaje más del gusto de la calle. «Entendemos la indignación y la frustración de los funcionarios porque han sido parte importante de los paganos del despilfarro de la política del presidente del Gobierno», sentenció Cospedal. Mucho menos clara fue cuando se le preguntó si el PP apoyará al Gobierno para sacar adelante una reforma laboral en la que se abarate el despido y se amplíen, por ejemplo, los contratos con 20 días de indemnización. «En pleno proceso de negociación, con una fecha límite y con las noticias cambiando todos los días, tenemos la obligación de esperar a ver qué aparece y luego opinar», argumentó la «número dos» del PP para justificar su falta de precisión ante las preguntas sobre la posición de su partido en la reforma del mercado laboral. La «número dos» tampoco se mojó cuando se le preguntó si el PP no apoyaría en el Parlamento alemán el duro plan de ajuste que ha presentado la canciller Angela Merkel. Cospedal explicó que no se pueden establecer comparaciones entre los dos países porque Alemania tiene la mitad de paro que España. De lo que no quedó duda ayer es de que el PP avala la continuidad de las Diputaciones Provinciales frente a las críticas del ministro Blanco por el coste que implica su mantenimiento. Ni en esto están de acuerdo. Cospedal recordó que su sentido es garantizar que quienes vive en pequeños municipios tienen los mismos servicios públicos que en las grandes ciudades.