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El silencio perseverante por José Clemente

La Razón
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El PP votó el martes en el Congreso de los Diputados como un solo hombre (o mujer, no vaya a ser que hoy día de las féminas alguna se me vaya a molestar) a favor de la conexión de las cuencas hidrográficas y los trasvases que la permitan, con el objetivo de lograr que el agua llegue desde la España húmeda a la España seca. El titular de Agricultura, Miguel Arias Cañete, lograba también que su partido recuperara la unidad en un asunto clave para los territorios, al tiempo que implicaba a todos, empezando por los suyos, en la necesidad de poner fin por la vía del consenso al decimonónico problema del abastecimiento hidrológico, así como a acabar de una vez por todas con los enfrentamientos derivados del mismo. Cañete siempre se ha caracterizado por la claridad de sus palabras y el tesón que emplea en alcanzar sus propósitos, tanto en lo personal como en lo político. Por eso permaneció callado cuando los populares de Castilla-La Mancha y Aragón mostraban sus primeros desacuerdos sobre los trasvases, mientras que no le temblaba el pulso para que todo el PP rechazara la propuesta de la Izquierda Plural (CiU, PSC, IC-V, EUiA y CHA) contrarios al «agua para todos». En la misma línea de silencio perseverante se mantuvo cuando los firmantes del acuerdo entre Marruecos y la UE le acusaron de no hacer nada por la Agricultura española, toda vez que el ministro ya tejía la telaraña para controlar ese acuerdo a través de la reforma de la nueva PAC. Para empezar, ayer nos anunciaba que había logrado un acuerdo con Francia e Italia, para mantener las ayudas a nuestra Agricultura. Primer paso para controlar otras políticas... El tiempo y los silencios bien administrados valen su peso en oro.