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Homenaje a Gila

Señora Merkel, esto de la reforma del mercado laboral es muy duro y difícil. Y se me hace largo 

La Razón
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-Oiga, operadora, ¡señorita, que quiero hablar con Alemania! No, ¡con toda no!, con una. Con la que manda. Allí y aquí. Sí, eso. Angela. Bueno, vale: «Anguela». A ver…, ¿está la señora Merkel? Que se ponga… (a su primo el asesor:) que dicen que ya viene, que está merendando con Nicolás… ¿Señora Merkel? (a Toxo:) ¿Cómo se dice «señora» en alemán? Buenas tardes, madame… (a Méndez:) Me ha dicho «buenas tardes» en español. Y tiene muy buena pronunciación. Como el Papa. ¡Estos teutones! Señora Merkel, que la llamo por lo de la reforma del mercado laboral… ¡No, no, no! «Contrarreforma» no. Reforma, sólo reforma… (a uno de los seiscientos asesores:) Estos traductores es que lo lían todo. Señora Merkel, reforma. ¡No, no, no...! Sí, sí, sí…

La llamo porque tenemos un follón con lo de la reforma laboral y no nos aclaramos. Y todo lo tengo que hacer yo. No, si los vicepresidentes no vicepresiden, siguiendo mis órdenes. Ahora, llega el momento de repartir méritos, y todos quieren una medalla… Y para mí, los escapularios. Y no es por darme pisto, pero ¡yo doy unos golpes… de efecto! No vea usted cómo arreo yo. El otro día me dijo uno del PP: «Oye, que me ha dolido tu golpe, aunque sea de efecto», y yo le contesté: «Pues no seas del PP, hazte del PSOE como todo el mundo».Doña Merkel, esto de la reforma del mercado laboral es muy duro y difícil. Y se me hace largo. Cuando vuelvo a palacio por las noches Sonsoles me regaña mucho. «Mira cómo vienes, hecho un eccehomo, mira qué ojeras…». Y yo le digo: «Es que esto de la reforma laboral es muy duro. Es peor que la tregua. Vas arrastrándote pero al final te ven y te atizan», y ella me responde: «Pues si te tienes que arrastrar por lo menos pon un felpudo por delante, ¿no tienes becarios o ministros para eso?» (A su primo:) La estoy convenciendo, está muda. Mire, que esto es muy estresante.

Yo, en estas condiciones, ya no quiero trabajar para la patria, prefiero trabajar para Trichet, aunque no me haga fijo. ¿Qué? ¿Que no se puede…? ¡Sí que se puede! ¡Yes we can! Bueno. No, sí, no… ¡Huyyy! Huy, usted no me conoce a mí. ¡Huy, cuando yo me pongo! No, si lo estoy haciendo. Sí, pero no me dejan. Es que la ciudadanía… Es que los sindicatos… Es que la patronal… Es que el sistema financiero más sólido del mundo… Es que Leire… Y Felipe… ¡No, no! Vale, sí, sí…¡No! Sí, no… Oiga, ¿y nos van a rescatar, o no? Lo digo por ir repartiendo el dinero a ver si así se tranquiliza la ciudadanía. Sí, sí… Oiga, ¿y usted no podría parar lo de la crisis un momento? ¡Noooo!…, sí, la economía española sigue viva. Todavía patalea. ¿Y no podrían dejar lo de la crisis hasta después del mundial de fútbol, por lo menos? ¡Es que con tantas reuniones me estoy perdiendo los partidos…!