Baloncesto

Estados Unidos

La reconversión de Llull

El mejor jugador de la final era escolta, pero Laso le ha reinventado como base. Carroll, el ejecutor en la segunda parte, fue misionero en Chile

La reconversión de Llull
La reconversión de Llulllarazon

BARCELONA- Cuando Sergio Llull (Mahón, 15-11-1987) era junior en la Unión Manresana anotó 71 puntos en un partido. Fue el momento en el que el Jugador Más Valioso de la Copa entró en la órbita de la Federación y los ojeadores de los clubes grandes se fijaron en aquel base que físicamente no era gran cosa. En mayo de 2007 le fichó el Real Madrid como tercer base. Su evolución física le llevó a ejercer de escolta, a ganar protagonismo en el equipo, le abrió las puertas de la Selección como reemplazo natural de Navarro y le ha terminado por convertir en la referencia del Real Madrid. Pablo Laso le ha reinventado esta temporada. En la presentación de la Liga Endesa el técnico aseguró a LA RAZÓN: «No vamos a hacer nada que él no sepa hacer. Llegó como base al Madrid y así jugará esta temporada».

En la final, Llull dirigió como un base y anotó como un escolta con varias canastas decisivas. En el arranque del partido logró diez puntos casi consecutivos. Cerró el segundo cuarto con un triple para dejar una diferencia de nueve puntos. Y repitió la operación al final del tercer cuarto para mantener la misma diferencia cuando el Barça todavía creía. «Hemos vivido momentos muy complicados y nos ha salido un partido redondo. Quizá ha sido el que mejor he jugado», comentó en los vestuarios mientras sus compañeros le bañaban con cava. «Ha dominado el partido», acertó a señalar Laso sobre un jugador que es el alma del vestuario y uno de los animadores de la Selección.

El técnico del Madrid se sentía con pleno derecho a reivindicar su apuesta por un baloncesto atractivo con el título en la mano: «Si tuviera que destacar algo, sería la solidez de todos, que hemos hecho un grandísimo trabajo y hemos mantenido nuestro estilo. Ha sido una exhibición del Real Madrid». Incluso desde Estados Unidos se alabó el partido del Madrid. Un ex de la casa como Rudy tuiteó: «Gran planteamiento de Pablo y gran partido de todos». Felipe Reyes también alzó la voz: «Nadie nos daba por favoritos y mira...». La traducción de ese «mira» es la vigésimo tercera Copa para el Madrid, que adelanta en un título al Barça. «Mentalmente fue importante superarlos en Liga», afirmó el entrenador sobre la victoria de hace mes y medio y que, a juicio del cuerpo técnico, sentó los precedentes para lo que sucedió ayer en el Sant Jordi.

Si Llull se llevó la gloria en forma de «MVP», no se quedó atrás Jaycee Carroll. Fue el otro héroe de la final. El premio para el base dejó en segundo plano al mormón, cuya incidencia en el resultado final fue también decisiva. Sabe Laso que tiene entre manos a un jugador diferente y no sólo porque se pasara dos años sin jugar a baloncesto predicando la palabra del Señor en una misión en Chile. Sus 22 puntos en la segunda parte sepultaron al Barça.


Florentino Pérez y la fiesta del vestuario
Guardó las formas en el palco del Sant Jordi al lado de Sandro Rosell, pero el presidente del Real Madrid se desató en el vestuario con los suyos. No era para menos. La vigesimotercera Copa del Rey blanca, el primer título de la sección de baloncesto en la nueva era de Florentino Pérez al frente del club, lo merecía. Abrazó a Mirotic, a Pablo Laso, a Llull... El presidente fue uno más en la fiesta madridista. En la imagen, entra en el vestuario tras Juan Carlos Sánchez, directivo responsable de la sección de baloncesto.