Nueva trampa de la banda que se deja dominar por Otegi

Madrid-ETA lo ha vuelto a conseguir aunque, si el Gobierno y el Partido Popular se mantienen firmes, no logrará sus objetivos finales. Los terroristas necesitan imperiosamente dos cosas: tiempo para reorganizarse y que sus candidaturas estén presentes en las elecciones municipales del año que viene. Saben que una tregua tiene una gran aceptación entre los teóricos de la «solución dialogada para el conflicto» y, sobre todo, entre quienes fracasaron al apostar por el anterior «proceso de paz» y aún no han podido asumir su error, periodistas y medios de comunicación incluidos.La banda criminal es una organización perversa, que explota, como nadie, las debilidades y contradicciones del «enemigo». Ha desarrollado esta vez un plan basado en su debilidad operativa, que es cierta, y la supuesta preminencia de su brazo político. Si hacemos caso a las informaciones que se publican, los pistoleros van a ser sometidos, como corderos, por los Otegi, Usabiaga, Erquicia y demás defensores de la paz, que les impondrán el final de las actividades terroristas. Ante una realidad tan deseada, ¿por qué no permitirles que vuelvan a presentarse a las elecciones?.La trampa, según expertos antiterroristas consultados por LA RAZÓN, es tan burda que, para desmontarla, basta con recordar que todo lo que proponen ahora son medidas reversibles. Una vez conseguidos los objetivos, la banda podrá anunciar la vuelta al terrorismo. A los fanáticos no les hacen falta justificaciones pero, de cara a la opinión pública, dirán que no se han cumplido los objetivos de «independencia y socialismo para alcanzar el Estado vasco».Por su parte, el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, aseguró que el Gobierno no está preparando la legalización de Batasuna.