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Los políticos se saltan la dieta

Deporte diario, una buena alimentación y dormir nueve horas son las claves para disfrutar de una buena salud. Pero, ¿cuántos mandatarios siguen estas recomendaciones?

Los políticos se saltan la dieta
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Hace un año que José María Aznar logró, por primera vez en muchos meses, que en la calle no se hablará de política y sí de los políticos y sus cuerpos. El «six pack», así se llama la popular «tableta de chocolate», se convirtió en el tema del día y comenzó a suscitar la envidia de sus compañeros de profesión. Por eso, muchos de ellos se han dado cuenta de la importancia de una buena alimentación y, sobre todo, de la práctica de ejercicio diario y han comenzado a eliminar determinados alimentos, caminar más y utilizar menos el coche. Sin embargo, las horas de despacho y las apretadas agendas no ayudan a seguir la disciplina que exigen las dietas y el deporte. «Los políticos están hechos una ruina. Deberían incluir el ejercicio como parte de su rutina diaria», dice Bernardino Lombao, el artífice del famoso abdomen del ex presidente del Gobierno.Como indican los médicos asiduamente, y más aún durante estas fechas, las dietas milagro no existen y por eso, con el fin del año parlamentario y las esperadas vacaciones, no sólo la gente de a pie se preocupa por la «operación bikini», ya que grandes empresarios y figuras relevantes de la política también caen en la tentación. «Llevo más de 16 años diseñando dietas y por mi consulta han pasado unos cuantos políticos», dice el doctor Ernesto Pérez, del centro médico estético Ethia de Madrid. Las fotos de Zapatero haciendo «footing» o del Príncipe Felipe participando en alguna regata se convierten en estampas habituales cuando llega el estío. Sin embargo, no ejercitarse durante todo el año y dedicar el verano a ello no es sano. «Lo ideal es empezar poco a poco para no tener agujetas», apunta Juan Rallo, entrenador de deportistas, como Fernando Verdasco o Iker Casillas. Y es que lo recomendable es comenzar de la mano de un profesional que sea capaz de programar el poco tiempo con el que cuentan estas personalidades para crear un «timing» de ejercicios ajustado a su ritmo de vida. «No sirve de nada hacer deporte los fines de semana, si entre semana llevas una vida sedentaria», declara Lombao. Y es que, como apuntan todos los expertos, no se puede lograr un cuerpo diez a base de media hora de carrera eventual. «La perseverancia es la clave», explica el preparador. Y si no, que se lo digan a Aznar o a Josep Piqué. Son conocidas las carreras matutinas por el centro de Madrid del ex ministro de Exteriores y actual presidente de la aerolínea Vueling. Trabajar el cuerpo es muy importante a los 20 y más aún a partir de los 40, que es «cuando empiezan a aparecer los primeros problemas de corazón», dice Rallo.Asimismo, el presidente galo, Nicolas Sarkozy, es un claro ejemplo de lo que sucede si no se fomentan el ejercicio y hábitos saludables y, de repente, decide hacer «footing» sin control médico. En julio de 2009 tuvo en jaque a todo el pueblo francés porque sufrió lo que «se denomina lipotimia del atleta». Se desvaneció mientras corría por el Eliseo y tuvo que ser hospitalizado durante varias horas. Y es que lo que no valoró «monsier» Sarkozy es que el deporte es una carrera de fondo y no un «sprint» mañanero.re voraz: Al presidente del país más poderoso del mundo le pierden las hamburguesasAdiós al caféMalas noticias para «Sarko» y para quienes crean que con ponerse el chándal y las zapatillas un par de días a la semana se solucionan todos los problemas. La alimentación y las horas de sueño son igual de importantes para conseguir llegar al siglo de vida. Estos dos puntos no son lo que más cuidan los políticos, porque si Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, ha reconocido en numerosas ocasiones que no duerme más de cuatro horas diarias, las comidas de los mandatarios dejan mucho que desear. A pesar de lo barato que es el café de la cafetería del Congreso de los Diputados, sus señorías «deberían prescindir de él para lograr una dieta más saludable», como apunta el doctor Pérez.

Asimismo, las visitas oficiales llevan al picoteo constante y, normalmente, los alimentos que se consumen contienen un alto contenido en grasas e hidratos de carbono, dos de los nutrientes que los endocrinos eliminan primero cuando imponen un régimen para perder peso. Para Ernesto Pérez el mejor es el del aporte proteico o la denominada «dieta de los batidos», que se basa en «reemplazar ciertos alimentos, pasar hambre los dos primeros días e ir, poco a poco, reintroduciéndolos. Es una especie de reeducación alimentaria», añade. Si se toman en serio estas pautas se pueden llegar a perder entre siete y diez kilos durante el primer mes. Así que, sus señorías retomarían el año parlamentario hechas un figurín. Eso sí, nada de volver a las copiosas comilonas, como afirma Juan Rallo: «Quedarse con hambre es sano».

Algo de lo que muchos de ellos no son capaces de desprenderse es de algunos vicios como el alcohol o el purito de después de la comida, del que es muy aficionado el presidente de Faes. Son detalles que alegran la vida y hacen más llevadera la estricta dieta veraniega que impone ensaladas y sopas frías como platos únicos. No obstante, «el estrés es peor que el tabaco o que el exceso de kilos», asegura el doctor Pérez. Por eso, los diez años que cumple José Luis Rodríguez Zapatero en la dirección del Partido Socialista definen su aspecto actual, muy desmejorado. Las canas y las bolsas de sus ojos son indicios de la presión a la que está sometido, pero, como dice Juan Rallo, «si el presidente saliera a correr 40 minutos diarios cada día, seguro que daba con la clave para resolver la crisis económica». Nadar, montar en bici o pasear no sólo ejercitan los músculos, sino que también ayudan a pensar. «Es el mejor momento para reflexionar e intentar resolver los problemas que nos rodean», añade. Tal vez la falta de horas de ejercicio sea otro de los motivos por los que ni en Europa ni en Estados Unidos se llega a un consenso para afrontar la recesión. Tal vez Obama debería, además de jugar al baloncesto con Malia y Sasha –de 11 y 8 años–, abandonar las hamburguesas, una de sus perdiciones, y ponerse a la orden de su mujer, Michelle, abanderada de la comida sana. Por su parte, Angela Merkel, la canciller de Alemania –el motor económico de Europa–, podría cambiar las franckfurt por la col fermentada y, cada mañana, salir a correr cerca de su residencia de Berlín. Quién sabe si poniendo en forma a todos los líderes del G-8, se lograría reducir el paro y la deuda pública de los países.Culto al cuerpoPero no todos los que buscan su «six pack» lo hacen por salud, ser bello es un incentivo: «Los hombres nos hemos vuelto un poco cursis, cada vez nos parecemos más a las mujeres y marcar abdominales es una demostración de esa perfección. Son el sobresaliente en salud», comenta el preparador de famosos. Y es que mantenerse en forma, ofrecer una imagen saludable al votante o la necesidad de liberar adrenalina ha llevado a muchos políticos a ponerse las pilas e incluir el gimnasio dentro de sus agendas. Pero, no deben olvidar que los 40 no son los nuevos 20.