Elecciones
Mota quiere romper el techo de cristal
La candidata del PAN aspira a convertirse en la primera presidenta de México
Sobria, elegante y mesurada en su discurso, Josefina Vázquez Mota quiere ser la primera mujer en gobernar México. Esta economista de tendencia conservadora necesitará intensificar su campaña en los siete meses que quedan para las elecciones presidenciales y lograr superar al PRI, que de momento lidera la carrera electoral. Por lo pronto, la candidata oficialista, de 51 años, dio muestras de buscar un estilo más aguerrido tras ganar las primarias del Partido Acción Nacional (PAN), poniendo en el centro de sus ataques a su rival, Enrique Peña Nieto, del PRI, que ahora la aventaja por unos veinte puntos.
Pero la pesada herencia del Gobierno dejada por el PAN no será fácil de digerir para «Chepina», como la llaman sus simpatizantes, en especial el aumento de la violencia durante el mandato del presidente Felipe Calderón, que causó casi 50.000 muertes en poco más de cinco años. «Voy a ser la primera presidenta de México en toda la historia del país», dijo en sus primeras declaraciones después de conocerse su triunfo, ante cientos de seguidores.
Si llega a la Presidencia del Gobierno de México, Vázquez ha dicho que dará prioridad entre sus reformas a abrir al capital privado el estratégico sector petrolero, controlado y manejado constitucionalmente por el Estado, una apuesta arriesgada en un país donde esa actividad forma parte del arraigado nacionalismo.
La política, una diputada menuda, fue secretaria de Desarrollo Social durante el Gobierno del ex presidente Vicente Fox (2000-2006), el primer mandatario emergido de otro partido tras 71 años de Gobiernos del PRI. También formó parte del equipo de campaña que llevó a Calderón a la Presidencia y después tuvo un conflictivo periodo como secretaria de Educación, en el cual se enfrentó a la poderosa líder del sindicato de maestros.
Algunas fotografías de una glamourosa fiesta, para celebrar en enero su 51 cumpleaños, la mostraron acompañada de políticos y líderes panistas posando junto a un pastel decorado con un «50+1», haciendo referencia a su edad y además al porcentaje de votos que necesitaba para obtener la candidatura de su partido.
Valiente y conciliadora
Vázquez Moya demostró una gran valentía, pero también un carácter conciliador cuando fue coordinadora de los diputados por dos años, hasta septiembre del 2011, especialmente con el PRI, que se convirtió en un auténtico dique de contención para las reformas que ella iba planteando.
Ahora además debe endurecer su discurso político para hacer frente al PRI, un partido cuyos integrantes tienen fama de ser machistas y misóginos. «Refleja un machismo absolutamente reprobable y muy preocupante, un machismo que advierto también como la antesala de un autoritarismo contra el que el país de México ha luchado por resolver en una mejor democracia», dijo Vázquez Mota, en referencia a Peña Nieto. Seguramente, al PRI no le haga ninguna gracia que una mujer sea su nuevo rival y aspire a convertirse en la primera presidenta de México.
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