Barcelona

Suben las multas y bajan las víctimas tras suprimir la limitación a 80 km/h

La controvertida medida de limitar la velocidad en los accesos a Barcelona a 80 kilómetros por hora ha quedado en el olvido a tenor de los datos que quiso hacer públicos ayer el Govern.

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Para el Servei Català de Trànsit (STC) el balance de los tres primeros meses sin restricción no puede ser más que positiva, según su director, Joan Aregio, ya que los cambios se han llevado a cabo con normalidad y los conductores han sabido asumirlos. Aregio señaló que aquellos que auguraron graves consecuencias si se eliminaba la «zona 80» se han quedado sin argumentos. Los que esgrime Aregio se basan en que han descendido las congestiones y el número de víctimas de accidente, entre otros.

Si se compara la cifra de muertes y heridos graves en accidentes de tráfico registrados entre enero y abril de este año con la contabilizada durante los mismos meses del año anterior se observa una reducción del 41 por ciento. Eso, sí, este porcentaje excluye el número de accidentes con víctimas ocurridos en periodos de vacaciones, como Semana Santa.

Los 4 primeros meses
Por lo que respecta a las retenciones, teniendo en cuenta su longitud en kilómetros y su duración en horas, éstas han bajado en el último cuatrimestre un 33 por ciento respecto del mismo periodo de 2010, cuando sí existía la limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora. Cabe destacar, que de un año para otro, la intensidad de la movilidad ha bajado un 1 por ciento en las horas puntas de los días laborales. Es decir, menos coches entran y salen de Barcelona respecto al año pasado. Un fenómeno que, según Aregio, viene dándose desde el año 2007, cuando la crisis ya empezaba a pasar facturar al país.

La disminución de las congestiones en los accesos a la capital catalana también se explica, según el STC, porque la velocidad media ha aumentado, dado que menos vehículos circulan por esas vías. Concretamente, en hora punta por la mañana, la velocidad media ha subido un seis por ciento, pasando de 72 kilómetros por hora a 76. Asimismo, por la tarde, ahora los vehículos circulan a una media de 94 kilómetros por hora, mientras el pasado año lo hacían a 91.

En cuanto a las multas, según el Govern, este año han bajado un 33 por ciento. Aunque la cifra es otra bien distinta si se compara las sanciones interpuestas entre enero y febrero y los meses en que se eliminó la restricción (marzo y abril). En cuatro meses las multas han aumentado un 47 por ciento. Un dato que Aregio justifica asegurando que el gobierno tripartito fue laxo a la hora de sancionar a los que superaban el límite de 80 kilómetros por hora y que el actual ejecutivo catalán ya avisó de que serían más estrictos.

Entre los dos primeros meses de este año y los dos siguientes, otros datos a destacar son que la retenciones bajaron un trece por ciento, aunque también la intensidad del tráfico lo hizo en un dos por ciento. El número de víctimas descendió un 30 por ciento.

El primer balance obvia valorar el impacto ambiental
Bajan las víctimas de tráfico y las retenciones en los accesos a la Ciudad Condal y sube la velocidad de circulación en horas punta a la hora de entrar y salir de la capital catalana tras la eliminación de la «zona 80». Sí. Pero de su impacto medioambiental, el Govern no adelantó nada en su primer balance del carpetazo a la medida estrella del anterior conseller de Interior, Joan Saura. Aunque, para el director del Servei Català de Trànsit (STC), Joan Aregio, aún desconociéndose la influencia de la supresión de la restricción en la calidad de aire, la eliminación «ha valido la pena» por otros factores, como los anteriormente citados, por lo que no habrá vuelta atrás.

Por otro lado, el STC también está pendiente de recibir un informe sobre el impacto sonoro en el tramo de la C-31 que discurre junto a Montgat, después de que el Ayuntamiento del municipio aprobara una moción, con el apoyo de CiU, pidiendo que se recupere la limitación de velocidad a 80 kilómetros por hora. En este contexto, Aregio no olvidó anunciar que se han adjudicado las obras de instalación de los pórticos de la velocidad variable en la B-23 y que la Generalitat espera que a finales de año este modelo –que funciona en la autopista del Garraf y la autovía de Castelldefels– ya pueda evitar vigente desde Molins de Rei hasta la entrada a Barcelona por la Diagonal.