FC Barcelona

Bilbao

El «banquero» más querido

La Razón
La RazónLa Razón

Ahora que estamos en el peor momento para los bancos, en cuanto al aprecio de los usuarios se refiere, que accedemos a las oficinas con un recelo impresionante y que todos cuantos trabajan en ellas nos parecen cualquier cosa menos héroes, va y aparece Pablo Infante. Treinta y un años, cabeza rapada, por aquello del poco pelo, delgadito y con un carácter y una fuerza que le han convertido ya en el jugador emblemático de un equipo de fútbol mítico, el Mirandés. Sí, sí, ese equipo de Miranda del Ebro, de la provincia de Burgos, que lleva barriendo, a su paso, a todos los grandes con los que se ha tenido que enfrentar. Ahora, tras haber perdido el último partido contra el Athletic de Bilbao en su propio campo, pero tras conseguir meterle un gol en el último momento, animados por su hinchada y su ya famoso «sí se puede», tienen que volver a enfrentarse con el Athletic en la tierra del equipo de tradición más copera. Si lo eliminaran, pasarían a la final… Y no es sólo que «sí se puede», como dirían ellos mismos, sino que, si Pablo Infante es capaz de recorrer toda España, de jugar todos los partidos, de Copa o Segunda B, y de estar después todos los días con su traje de chaqueta y su corbata en su oficina bancaria, dispuesto a atender a los clientes, cualquier cosa es posible. Fíjense si lo será que ya hasta le encuentro un cierto «sex appeal»… (Y no piensen cosas raras, que les conozco, que el jugador no es banquero sino bancario. Que no es lo mismo).