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ETA prepara otra tregua-trampa para colarse en las municipales

Expertos recomiendan que se exija a ETA su autodisolución verificable por las Fuerzas de Seguridad del Estado.

Mikel Karrera Sarobe, alias «Ata», el último jefe de ETA detenido, preparaba una campaña de atentados que iban a ser cometidos durante este verano
Mikel Karrera Sarobe, alias «Ata», el último jefe de ETA detenido, preparaba una campaña de atentados que iban a ser cometidos durante este veranolarazon

MADRID-La situación interna de ETA está marcada por el intento de recomponer una «dirección» que no esté «contaminada» por las investigaciones de las Fuerzas de Seguridad. Y por el debate interno entre dos opciones: cometer atentados sin víctimas fuera del País Vasco, que su brazo político, la llamada «izquierda abertzale», pueda vender y asumir como «consecuencias del conflicto»; o el anuncio de una «tregua permanente verificable», para «poner la pelota en el tejado del Gobierno», según han informado a LA RAZÓN expertos antiterroristas.

La banda mantiene su actividad delictiva, ya que continúa con el chantaje del «impuesto revolucionario», mediante el envío de cartas a empresarios del País Vasco y Navarra en las que se les exigen grandes cantidades de dinero; y el robo de coches en Francia, para, al menos de momento, sus «necesidades internas».


Menos vulnerable
No ha dado ninguna muestra de que se plantee desaparecer; todo lo contrario: trabaja con una estrategia para «blindar» una nueva organización, más pequeña y menos vulnerable, y con un plan para que los candidatos proetarras puedan estar en las elecciones del año que viene.

La formación de una nueva «dirección» resulta vital para ETA, ya que los anteriores intentos se saldaron con la detención de sus miembros gracias a la información de las unidades antiterroristas españolas. En la terminología de la banda, están «saltando», con el fin de apartar a los que hayan podido tener contacto con cabecillas ya arrestados.

Para la configuración de la «cúpula», según las citadas fuentes, cuenta con elementos de «segunda o de tercera», algunos de ellos provenientes del vandalismo callejero. Pese a algunas noticias periodísticas, no se ha detectado la presencia en Francia de «históricos» de la banda que hayan regresado de América. Al contrario. Tal y como adelantó LA RAZÓN, algunos de los más veteranos, como Eneko Gogeascoechea, a los que se consideraba «contaminados» por las investigaciones policiales, han sido enviados fuera de territorio galo.

Paralelamente, la banda mantiene un debate sobre la conveniencia de cometer una campaña de atentados, una especie de tarjeta de visita de que «aquí estamos y no habéis acabado con nosotros», con acciones criminales sin víctimas fuera del País Vasco; o bien dar ya un paso que le reclaman algunos sectores de su brazo político y los llamados «mediadores internacionales» en el sentido de anunciar una «tregua permanente verificable». Ambas opciones, según las citadas fuentes, son complementarias y, al parecer, la mayoría de los pistoleros se inclina por realizar demostraciones de fuerza antes de plantearse cualquier tipo de anuncio «pacifista». Existe el temor entre los pistoleros a que una campaña fuerte de atentados pueda provocar una nueva escisión en la «izquierda abertzale», como ocurrió con Aralar. Sin embargo, la posibilidad de asesinatos, entre ellos los de algún «disidente» , no se puede descartar, porque se desconoce el nivel de «raciocinio» de los que tomen el poder en ETA.

Los expertos advierten del peligro que supone lo de la «tregua permanente verificable» y el error que se está cometiendo al dar a ETA la opción de que maneje los tiempos y pueda tomas la iniciativa. A los terroristas se les ha planteado la alternativa «votos o bombas» y se apuntan, con la piel de cordero, a lo primero. Un alto el fuego de este tipo sería siempre una medida reversible. Una vez conseguido el objetivo táctico de volver colocar a sus representantes en las instituciones, la banda podría decir que sus objetivos estratégicos de «independencia y socialismo» no se habían alcanzado y tenía que volver a la «lucha armada». Por ello, recomiendan que se exija a ETA una «autodisolución verificable», con las capuchas quitadas, y con el único ofrecimiento de contraprestaciones técnicas. «Hay que ser tajantes en este punto», subrayan.

La «izquierda abertzale» trabaja ya con la opción de que ETA anunciará la tregua y se han detectado los primeros movimientos para pasar por el Ministerio del Interior e inscribir una marca con la que concurrir a las elecciones. No obstante, a nivel privado admiten que no saben lo que ocurre en el seno de ETA, ya que las medidas de seguridad que ha adoptado la banda para afrontar su reorganización hacen imposibles los contactos del pasado.


Poner la pelota en el tejado del Gobierno
- La prioridad de ETA es reorganizar una «dirección» que esté a salvo de las investigaciones policiales.
- Debate si cometer una campaña de atentados sin víctimas y fuera del País Vasco; o anunciar ya una «tregua permanente verificable».
- El alto el fuego sería una nueva trampa, para colar las listas proetarras en las elecciones y pondría la pelota en el tejado del Gobierno, que les ha dado a elegir entre «votos o bombas».
- Una vez conseguido el objetivo electoral, podrían volver a la «lucha armada», ya que tienen que alcanzar la independencia y el Estado vasco.