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«Olé Ricky olé»

El base se convierte con los Timberwolves en el décimo jugador español en debutar con un equipo de la NBA

Ricky Rubio, máximo asistente en su debut con Minnesota Timberwolves
Ricky Rubio, máximo asistente en su debut con Minnesota Timberwolveslarazon

Horas antes de debutar con los Minnesota Timberwolves, Ricky Rubio era la portada en la página web oficial de la NBA. El día después repetía protagonismo y una asistencia suya en la victoria ante Milwaukee Bucks (117-96) era la jugada más destacada. El décimo español en la historia de la Liga estadounidense ha superado en impacto mediático a todos sus predecesores. Así se explica que en la última posesión del partido se parase a botar en mitad de la cancha, alzase el puño y con el sonido de la bocina lanzase el balón a la grada como si estuviera celebrando uno de los muchos títulos que ya figuran en su palmarés.

Minnesota se ha contagiado de la «Rickymanía». No fue titular, pero a 4:22 para el final del primer cuarto, Rick Adelman reclamó su presencia. El «9» de los Wolves, Rubio, como se lee en su espalda, debutó y los 15.013 espectadores le recibieron puestos en pie con una ovación. Desde los tiempos en que en Minnesota soñaban con el anillo (2004/2005) no se registraba una entrada similar en un partido de pretemporada en el Target Center. Ricky se soltó muy pronto. En el primer parón reclamó la presencia de sus compañeros y llevó la voz cantante en un corro del equipo. Luego llegaron las dos primeras asistencias y el pabellón se puso a sus pies. «Olé, Ricky, olé», se escuchó por la megafonía. Ricky acabó con 6 puntos, 6 rebotes y 7 asistencias y con la sensación de que el equipo puede estar muy pronto en sus manos. Él estaba entusiasmado: «Es fabuloso, es increíble todo lo que he vivido».

Sus compañeros y el técnico, un enamorado del juego de Ricky, están encantados con él. «Es muy inteligente y maneja mejor que nadie el balón», comentó su compañero Williams. Dos años después de ser elegido en la posición número 5 del «draft», Ricky ha empezado muy pronto a despejar las dudas. La apuesta de Minnesota era esperarle el tiempo que hiciera falta y el base no ha tardado en darles la razón.