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Mientras quiera el Banco Central; por José Luis Martínez Campuzano / Estratega de Citigroup
El riesgo de impago de un país y las consiguientes entradas de capital y gestión de la UE no dependen tanto del nivel al que se sitúe su prima de riesgo como de la velocidad a la que se alcance. El problema son las dificultades del país para financiarse, dificultades que no sufre España pese a los mayores intereses que el Tesoro ha tenido que pagar en las últimas emisiones de deuda. Los repuntes no son significativos porque los intereses que se pagan son inferiores a los abonados en 2011.

Por tanto, no hay argumentos para justificar la intervención de España, ya que la irracionalidad del mercado durará mientras quiera el Banco Central Europeo.

El BCE tiene que hacer algo; por Ignacio Cantos / Analista de Atlas Capital
El organismo europeo tiene que hacer algo, lo que sea. O bien una nueva inyección de liquidez en el mercado, conocida como Quantitative Easing (QE3), o una nueva rebaja de tipos de interés, porque España ha hecho ya todo lo que le han pedido.
La intervención de Grecia se produjo cuando la rentabilidad del bono a diez años superaba el 12% y la prima de riesgo rondaba los 1.000 puntos básicos, y la de Irlanda con el bono por encima del 9% y su prima de riesgo en 544 puntos básicos. En Portugal, el riesgo país alcanzaba los 627 puntos básicos y el rendimiento del bono superaba el 10%. Por tanto, España no está al borde del rescate. Hay que destacar la rentabilidad de su bono, que ayer se situó en el 6,29%.

Los rumores de intervención; por Covadonga Fernández / Analista de Self Bank
La jornada de ayer fue de mucha volatilidad en las bolsas europeas. A pesar de las fuertes caídas del Eurostoxx 50 a primera hora de la mañana, el índice logró cerrar prácticamente plano animado por los rumores sobre la intervención en el mercado del BCE.
El Ibex también se benefició de estos rumores y logró situar la prima de riesgo por debajo de los 500 puntos. En esta situación, es necesaria la actuación por parte del BCE en el mercado de deuda, a pesar de que haya señalado que no siempre va a estar ahí, y que son los países los que deben acometer los ajustes necesarios. Solamente esto podría devolver la calma a los mercados.