Los niños para mamá

Si en vez del mes de mayo de 2012 esta encuesta se hubiese realizado en el mismo mes de 1970 apenas habríamos notado la diferencia. A esto se llama inmovilismo. Y es que, a pesar de que hemos hecho saltos y acrobacias generacionales dignas de un atleta de la adaptación, los que antes fueron hijos y ahora son padres reproducen los roles sexistas de hace 40 años. Sí, es desolador. Especialmente para las mujeres que no sólo son madres, también ejercen. Los varones, a ratitos, cuando toca, suerte que ahora les toca más que antes y que muchos jóvenes sí se toman en serio la paternidad y sus daños colaterales.

Los primeros datos de la encuesta arrojan que seguimos en los años de «Cuéntame» –cuando comenzó la serie; claro, que al paso que van, se va a convertir en una serie futurista–, ya que un 58,1 por ciento afirma que la madre es más permisiva frente al 19,9 por ciento que cree que lo es el padre. En cuanto a la repartición de roles entre «poli bueno y poli malo», la féminas ganan por goleada, ya que un 62,7 por ciento piensa que ellas son las «buenas» en la educación de los hijos mientras que un 19,9 por ciento cree que son los hombres. Lógico, pues, que un 62,9 por ciento crea que el padre infunde más temor que la madre (un 14 por ciento). Tras una discusión de bajo o alto voltaje con los vástagos apenas hay diferencias: un 38,4 por ciento piensa que es el progenitor y un 33,3, que son las madres.

Hay una unanimidad preocupante ante la pregunta de si han perdido los hijos el respeto a sus padres. Un abrumador 78,2 por ciento dice que sí, cifra que sube cinco puntos en el caso de los hombres.

Los padres unen sus fuerzas cuando de lo que se trata es de gestionar el horario de llegada de sus hijos. Ahí, toman la decisión compartida un nada desdeñable 41,1 por ciento. Un 75,9 afirma que conoce a sus amigos y un 67,5 por ciento de hombres y de mujeres creen que saben cuándo tienen exámenes sus hijos. Insisto, creen, porque yo fui adolescente e hija y siempre había imprevistos bailes en el calendario. A mi conveniencia, por supuesto.
En cuanto a lo de asistir a las reuniones del colegio e instituto... Digamos que la conciliación familiar sólo es asunto de las féminas, ya que un 57,4 por ciento responde que es la madre, frente a un 4,4 que afirma que es el padre. Eso sí, cabe destacar un honroso 33,1 por ciento que dice que ambos. No sé, pero se me antoja todavía un pelín complicado que la mayoría de los hombres pida reducción de jornada, por ejemplo, para atender a sus hijos. Convengamos que les falta convicción.