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Solidaridad adiós

La Razón
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Escuchando a unos y a otros, me viene a la memoria las jornadas que el Círculo de Economía de Barcelona celebró en el Club de Golf de Santa Cristina d'Aro a finales de 1975. Jordi Pujol (CDC aún no existía) intervino defendiendo para España el modelo social sueco, un modelo socialdemócrata avanzado, a pesar de que él no escondió su ideología conservadora.
Consideraba que entre nosotros había un alto nivel de conciencia social, que hacía difícil bajar el listón. Ciertamente, incluso muchos sectores de izquierda consideraban insuficiente el modelo sueco. No era mi caso. Desde que vi en París la película "Adalen 31"(1970), del sueco Bo Windenberg, mi admiración por aquel modelo era total: ¿Cómo la huelga general de 1931 hizo posible que la coalición socialdemócrata-campesina ganara las siguientes elecciones y fundara el Estado de bienestar moderno? ¿Qué ha pasado desde entonces?
 Pues muy simple, que la consciencia social colectiva ha ido menguando en beneficio del individualismo y el corporativismo; del prosperar a expensas de lo que sea y sobre quien sea. No es un fenómeno catalán, es un fenómeno europeo; mundial. Y CiU, nuestra coalición gobernante, ya no ve necesario el Estado de bienestar tal como lo veníamos concibiendo. Sabe que podrá rebajarlo en beneficio de las corporaciones privadas, que, escudándose en la eficiencia, administrarán los servicios. ¿Lo pararemos?