España

El PSOE teme que el adiós de Zapatero les aboque a adelantar las elecciones

Suma y sigue. Todos los intentos por aplacar el debate interno son baldíos. El PSOE, ya se sabe, fue siempre muy declarativo y mucho más en tiempos de cambio y de crisis. La renuncia de Zapatero al cartel electoral de 2012 se ha convertido en un culebrón que no tendrá fin ni siquiera cuando ésta se produzca. El debate luego será quién, cómo y en qué momento hay que elegir al sucesor.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la sesión de control al Gobierno, esta tarde en el Senado
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, durante la sesión de control al Gobierno, esta tarde en el Senadolarazon

Y también, por qué no, en si Zapatero debe permanecer como presidente de Gobierno interino. El delirio sucesorio ha llegado a tales extremos en el PSOE que quienes antes asomaban la cabeza como posibles aspirantes a candidato parecen ser ahora los más interesados en que Zapatero continúe, al menos hasta abortar la posible candidatura de Alfredo Pérez Rubalcaba. Así hablan algunos miembros de la dirección federal de Carme Chacón, quien según estos mismo interlocutores, «después de constatar su falta de apoyos orgánicos, ahora abandera la posición de quienes creen que Zapatero debe aguantar todo lo que pueda».

La versión del sector que apoya a la catalana niega la mayor y recuerda que ella nunca se ha postulado para nada y que siempre dijo que su candidato era Zapatero. La única advertencia de la ministra de Defensa, insisten desde su entorno, fue que si el actual secretario general renunciaba al carte electoral, habría que pedir opinión a la militancia a través de unas primarias, opción que «los promotores de Rubalcaba han querido evitar desde el principio», añaden.

No es la ministra de Defensa, en todo caso, la única en defender ahora la permanencia del presidente más allá del 22 de mayo. Hay muchos otros, tantos como hace unas semanas defendían lo contrario, que temen que una renuncia precipitada del presidente le convierta en blanco fácil de la oposición y arrastre al Gobierno a una convocatoria anticipada de elecciones generales. «Se equivoca si lo anuncia con tanto tiempo. Esto nos lleva a un adelanto, seguro», reconocía ayer un alto dirigente del PSOE que ha hecho ver al presidente las desventajas de una renuncia anticipada.

A pesar de ello y a pesar también de la solemnidad con la que el secretario de Organización, Marcelino Iglesias, afirmó el lunes que no habrá anuncio extraordinario en el Comité Federal del día 2, son mayoría los que creen que la decisión está tomada y que el presidente del Gobierno lo anunciará de forma inminente, a pesar de que, en efecto, coinciden en que sería un factor de inestabilidad que en nada beneficia ni al partido ni a España.

Y como en el terreno de la incertidumbre todo cabe, hay quien ayer introducía un nuevo escenario: que Zapatero no haga pública la decisión ante el Comité Federal del PSOE, a pesar de que éste fue siempre el ámbito en que los socialistas entendieron que debía anunciarse una decisión semejante. Ahora, hay socialistas que introducen un matiz: «Si va a renunciar a la candidatura como presidente del Gobierno no hay inconveniente en que en el ámbito del Ejecutivo, Además es una decisión que no necesariamente ha de comunicarla antes al partido que a la opinión pública española». Como ven hay escenarios, opiniones y variables para todos los gustos... Y en esta ceremonia de la confusión si hay una opinión unánime es que Zapatero y todo su entorno han gestionado francamente mal un debate que no debería estar abierto. Y ésta es sólo la primera parte. Luego, vendrán las primarias.