Roma

«Las católicos aquí son más generosos que en España»

Joseph Toal (1956, Roy Bridge) es el obispo católico de Argyll y las Islas, una zona al noroste de Escocia que durante cinco generaciones transmitió el catolicismo de padres a hijos, sin tener curas ni obispos, bajo la presión continua de las autoridades protestantes. Cercano y con un particular acento al hablar español –estudió en Valladolid y fue profesor en Salamanca- supo encontrar un hueco en la apretada visita del Papa para explicar a LA RAZÓN cómo se vive el catolicismo en Escocia.

«Las católicos aquí son más generosos que en España»
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-¿Cómo es que usted estudió en España?
- El obispo me envió allí. En España tenemos el Royal College of Scots, un centro que se creó en el siglo XVI para seminaristas escoceses. Lo fundó un soldado escocés que se casó con una española. Me quedé allí unos años y di clases de teología en Salamanca. De mis años en España tengo un recuerdo muy bueno, como todos los que estudiamos allí. Visitamos la mayor parte del país. De hecho, creo que conozco mejor España que Inglaterra.
 

-¿Qué le llamó la atención del catolicismo español?
-Aquí en Escocia los católicos somos una minoría, menos del 20% de la población, y la mayoría venimos de familias inmigrantes. Quizá por eso, en Escocia vivimos el catolicismo de manera más íntima, discreta. Aquí no hay esa expresión pública en la calle, como la que se vive en España, por ejemplo, en Semana Santa. Este aspecto cultural nos llama mucho la atención. Por otra parte, debido a nuestros orígenes tan pobres, los católicos escoceses nos esforzamos mucho por ayudar a países necesitados. Las colectas son más generosas en Escocia que en España. En cuestiones políticas también hay algunas diferencias. Tradicionalmente, los católicos escoceses siempre han sido de izquierdas, aunque esto ahora está cambiando.
 

-Durante mucho tiempo, los católicos de sus islas mantuvieron la fe sin clero y sin obispos bajo las persecuciones protestantes de los siglos XVI y XVII. ¿Cómo lo hicieron?
- La Reforma Protestante llegó muy tarde a mi diócesis y es por eso por lo que muchos se mantuvieron católicos. No hubo obispos hasta 1690, pero la fe se mantenía gracias a algunos misioneros que hablaban gaélico y jesuitas que vivían en algunas familias importantes que mantuvieron el catolicismo. Tan sólo hubo un mártir escocés en esa época, un jesuita llamado John Ogilvie. En Inglaterra hubo muchos más mártires. En Escocia fue fuerte la reforma calvinista, pero con menos persecución que en Inglaterra.
 

- ¿Cómo explicaría a los españoles el catolicismo escocés?
- Es bastante más tradicional. Los fieles de Escocia tienen más relación entre ellos, con las parroquias y los obispos, un ambiente más cercano, pero en parte se debe a que es una iglesia bastante más pequeña. Hay que tener en cuenta que los católicos de Escocia necesitaban su iglesia, llegaron como inmigrantes y necesitaban este punto de unión. Es cierto que ahora no va tanta gente a misa, pero aún así se sienten parte de la familia. En este sentido, creo que la visita del Papa es muy importante para nosotros. Va a reforzar nuestra identidad en este país, va a hacer sentirnos parte importante de la sociedad escocesa. Ya lo somos, pero vamos a salir reforzados.
 

-¿Se puede compatibilizar lo universal del catolicismo con el nacionalismo?
- Hasta ahora los católicos escoceses eran del Partido Laborista, pero la cosa está cambiando. Cada vez se sienten más cercanos al Partido Nacionalista y esto se entiende porque llevamos ya años aquí y somos parte de esta sociedad. Compartimos el sentimiento de nación. Además, por parte del gobierno escocés (del nacionalista Alex Salmond) hay muy buena predisposición. Es muy atento con nuestros colegios y se interesa por nosotros.
 

-¿Cómo están viviendo los católicos escoceses la visita del Papa?
-Hay mucho entusiasmo. De mi diócesis mucha gente ha venido desde las islas para los actos. Es cierto que habrá menos gente que en la visita de Juan Pablo II porque son días laborables y los lugares son difícil acceso, pero habrá mucho ambiente. Estamos muy orgullosos de nuestro Papa y hay conciencia de presentarnos con buen aspecto para la sociedad internacional.
 

-¿Cuál será el mensaje del Papa?
-Creo que el Papa recuperará el mensaje del cardenal Newman: "hablar de corazón a corazón". Esto significa que el catolicismo debe estar en nuestros corazones, no tanto en la expresión pública, que también está bien. Debemos vivir el catolicismo dentro de nosotros y vivirlo con una relación directa con Cristo, de nuestro corazón a su Corazón. Cuando estamos en diálogo con Cristo nos podemos dar a los demás y hacer cosas buenas.
 

- Hace seis meses los obispos de Inglaterra y Escocia tuvieron la oportunidad de visitar al Pontífice. Cada uno pudo estar diez minutos a solas con él. ¿Cómo es Benedicto XVI en las distancias cortas?
- Es un hombre muy cercano. Se puede hablar fácilmente con él. Domina el inglés y eso también facilitó las cosas. Preguntó mucho por nuestros problemas, por nuestro día a día. Miraba todo el rato el mapa para situar nuestras diócesis y mostró mucho interés por todo.

- ¿Qué futuro ve a la Iglesia Nacional Escocesa, que ya ordena clero homosexual y tiene una teología liberal?
- Nosotros estamos muy concentrados en mantener nuestra fe, por lo que no tenemos mucho tiempo de preocuparnos por estos asuntos. En la Iglesia Nacional Escocesa hay un choque entre los liberales y los tradicionalistas. Los católicos escoceses estamos bastante unidos en este punto.
 

-El año pasado, el seminario de Escocia tuvo que cerrar por falta de seminaristas. ¿Qué está pasando? ¿El mensaje no se presenta de forma atractiva?
- Hay que matizar que en los últimos años se ha incrementado el número de nuevos seminaristas. Ese año, por ejemplo, para la iglesia católica escocesa van a empezar nueve. Ahora estudian todos en Roma. Hay hasta 30 estudiantes actualmente. Lo que nos llama la atención es que cada vez más, los jóvenes buscan la postura tradicionalista. Quieren más latin y este tipo de cosas. Los de mi generación, vivimos un gran sentimiento de cambio en los 70 y 80, pero ahora los jóvenes son más tradicionales. Estamos un poco preocupados porque puede parecer un retroceso, pero tenemos que aceptar que se quiera volver a las raíces. El péndulo cambia de nuevo.
 

- Usted nació en la región de Inverness ¿qué relación tiene la Iglesia con el equipo local de fútbol, los Hibernians?
-Los Hibernians los fundó un cura irlandés. Y también el Celtic de Glasgow. Tradicionalmente los católicos escoceses somos seguidores del Celtic y los protestantes son de los Rangers. Esto está cambiando y eso está muy bien porque la Iglesia no debería de estar tan ligada a un equipo concreto.
 

-¿Cómo ve la mano que ha tendido el Papa a los anglicanos que quieren adoptar el catolicismo?
-En Escocia, por ahora, tan sólo hay dos sacerdotes ex anglicanos que ahora son católicos. Tienen sus familias y trabajan muy bien en sus parroquias. He estado hablando con algunos compañeros obispos sobre aquellos clérigos anglicanos que se quieren cambiar por el tema de las mujeres obispas. El asunto es si se cambian de religión por un enfado, por un punto muy concreto o porque realmente han cambiado sus creencias. Es un tema delicado y se trata de un cambio muy importante en sus vidas.