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El Inaem busca patrocinio
El director general del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y la Música (Inaem), Miguel Ángel Recio, condensó ayer en tres palabras la línea maestra de la que ya es y será en los próximos años su gestión: «Filosofía de austeridad». Ésa fue al menos, la idea más repetida durante su primer encuentro con la Prensa. La otra, el giro hacia lo privado: «El mundo del apoyo público exclusivo es impensable. Lo que no quiere decir que vaya a desaparecer», respondió, preguntado por el papel del mecenazgo y las ayudas. El modelo vigente hasta ahora está en cuestión, y Recio adelantó que «habrá ajustes con carácter general en todas las subvenciones, aunque no en todas por igual. Un criterio importante será aquellas instituciones o festivales en los que el Inaem participe en los órganos de gobierno». Por su importancia, éstos serán los que menos sufran los recortes.
Corresponsabilidad
Con todo, Recio quiso tranquilizar al sector: «Soy optimista: el mundo de la cultura va a ser atendido mejor que otros sectores de la Administración del Estado». Se refería al presupuesto que manejarán una vez aprobados los generales de la nación. A falta de cifras, presentó líneas de trabajo, como no cerrarse al apoyo de patrocinadores, «una corresponsabilidad que tenemos todos en estos momentos». Algo que los teatros públicos ya podrían hacer y que, aclaró, «estamos potenciando en el campo del Inaem». ¿Veremos entonces en un futuro no muy lejano un Teatro Valle-Inclán Vodafone, pongamos, o una Compañía Zara Nacional de Danza, en la estela de lo que ya se estila en el terreno privado? «El modelo americano –matizó– no lo podemos adaptar a España de la noche a la mañana».
En tiempos de vacas flacas pasan varias cosas. Una, que «no son momentos para hacer grandes producciones»; dos, que toca remar juntos: «Cumplir la norma en ocasiones me temo que sea doloroso. Todos los empleados públicos nos redujimos ya hace dos años el sueldo», recuerda, preguntado por la polémica con el personal del Teatro Real. Y, a cuento de los cientos de miles de euros que el Inaem paga en horas extra –como se contó en estas páginas–, Recio apeló al personal de sus unidades de producción: «No estamos en un mundo en el que las cosas son rígidas. El sector cultural tiene algo de vocación, de sensibilidad. Esto implica la corresponsabilidad de actores, técnicos y dirección.Y que no estemos hablando de procedimientos administrativos».
Reuniones para ajustar horarios
Sobre las horas extra del Inaem, cifras llamativas que publicó LA RAZÓN, Recio (a la dcha.) matizó que son necesarias para complementar sueldos, pero reconoció que el número de éstas facturado «es muy alto», y corroboró que su «compromiso para que haya una reducción y una mejor organización». En estos momentos se están llevando a cabo reuniones con los jefes técnicos y de producción de los centros para revisar el sistema de horarios.
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