Día de las Fuerzas Armadas

Los cadetes ensayaron los honores con fusil hasta la mañana antes del Corpus

El miércoles recibieron la orden de cambiar el arma reglamentaria por el sable 

Sólo el piquete que escoltaba la Custodia lució el fusil, mientras el resto llevaba sable
Sólo el piquete que escoltaba la Custodia lució el fusil, mientras el resto llevaba sablelarazon

MADRID- La polémica vivida esta semana en el Corpus de Toledo tras las informaciones de LA RAZÓN sobre la retirada de honores generó una notable confusión tanto en la ciudad como en la Academia de Infantería. Si entre los ciudadanos no estuvo claro hasta el mismo jueves qué iba a pasar con los honores, entre los cadetes, sorprendentemente, tampoco. Durante los días previos a la fiesta mayor de la capital castellano-manchega, los militares que iban a participar en la celebración estuvieron ensayando con los fusiles, como siempre, para asistir a la procesión con el arma reglamentaria. Hasta la mañana antes del Corpus, los cadetes siguieron su instrucción con el fusil hasta que recibieron órdenes de cambiar el arma por el sable con el que finalmente asistieron al acto. Sólo el piquete que escoltaba la Custodia por las calles de Toledo portó finalmente el fusil, mientras que los que formaban frente a la Puerta Llana de la catedral lucieron el uniforme de gala con el sable, que sólo levantaron los capitanes al sonar el himno nacional.Todos los cadetes que participaron en los actos del jueves lo hicieron voluntariamente. De hecho, durante las jornadas previas se recordó a todos los alféreces provisionales de la Academia que la asistencia al acto era voluntaria desde la orden ministerial de 1994, por lo que si había alguien que no quería asistir estaba en su perfecto derecho. Nadie se borró del acto. Es más, según algunas fuentes consultadas por este periódico, el número de voluntarios triplicó al que se había apuntado en años anteriores. La ausencia de la bandera en la formación de la catedral y en el desfile posterior a la procesión, además de decepción e indignación entre los ciudadanos, también generó cierta confusión entre los militares, porque es de las escasas ocasiones que se recuerdan en las que una formación y una parada militar se realiza sin la enseña nacional, con los consecuentes problemas protocolarios castrenses que genera. La polémica vivida esta semana ya se había reproducido anteriormente... en la Segunda República, cuando se eliminó la presencia militar de la procesión. Ésta volvió después de terminada la Guerra Civil, pero por si alguien tuviera alguna sospecha de que esta vinculación tuviera que ver con el régimen franquista, conviene aclarar que la primera vez que se tiene constancia de la presencia de militares acompañando al Santísimo en Toledo es en 1524. Desde mediados del siglo XIX son los cadetes de Infantería los encargados de rendir honores y escoltar la Custodia. Es decir, una tradición más que arraigada en la ciudad imperial.