Elecciones

La encuesta que nada dice

La Razón
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La mera contemplación de alguno de los capitostes del PP local, y el haber compartido con ellos algún almuerzo (de trabajo), da testimonio de su afición por la cocina en cualquiera de sus manifestaciones, incluso en su vertiente demoscópica. Más les vale que sea así, porque no conviene a la causa de Zoido el mostrarse demasiado optimista con las encuestas si es que tienen lacerteza científica de que son verosímiles las que anuncian su mayoría absoluta. Algunas buenas noticias es mejor callarlas, como no se revela en el barrio la posesión de un cupón premiado. En este país de envidiosos, hay que disimular cuando a uno le va bien. Una victoria virtual a doce meses de los comicios, y sin que el PSOE haya nombrado aún oficialmente a su candidato, le regala al adversario la parte más complicada de su tarea: el aglutinar las propias fuerzas, disgregadas por el disenso estructural de los socialistas sevillanos. Al grito de «a mí el pelotón que viene la derecha», el tal Espadas lo tiene muy fácil. Sin olvidar el lugar común, cierto, de que no hay sondeo fiable mientras no se estime la abstención que habrá el día de las elecciones. Más de la mitad del censo se quedó en casa en las últimas municipales. Si esa ratio baja cinco puntos, todas las encuestas de hoy son papel mojado. Así que guarden el champán y sigan currando, que es el único camino.