González: «Confío en firmar un pacto con el Consell sindicatos y la oposición»

VALENCIA- La conversación transcurrió muy tranquilamente hasta que apareció la palabra «subvención». José Vicente González, presidente de la patronal autonómica Cierval desde julio del año pasado, se niega a aceptar que la organización que dirige recibe este tipo de líneas. En declaraciones a este periódico aseguró que «lo que nos pagan es dinero finalista, es decir, que debemos aportar a un fin concreto, como la formación».
Además, se quejó de que se les adeuda «mucho dinero», y es la propia patronal la que debe conseguir financiación para realizar todas las funciones que tiene asignadas.
«Deberíamos recibir una asignación de fondos por participación institucional», aseguró, y recordó que su existencia viene determinada por la propia Constitución, como los partidos políticos, «que sí reciben subvenciones, y no partidas concretas para cosas concretas».
Urgente plan de pagos
Por otra parte, el líder empresarial exigió a la Administración que presenten «de manera urgente» un plan de pagos a proveedores. «Ya llevamos demasiado tiempo esperando y, al final, de tanto esperar el enfermo se puede morir». Exigió soluciones, «bien sea a través de los ICO o de cualquier otra herramienta».
Su principal preocupación no es tanto lo que se le debe a la propia Cierval, sino todas las ayudas que les adeuda la Administración a las empresas, en concepto de líneas a la innovación y demás. «Hay muchísimas empresas que pidieron esas ayudas y todavía no las han percibido, y tuvieron que endeudarse por adelantado para hacer la actividad objeto de la línea. Nosotros presionamos todo lo que podemos, pero el problema es la financiación».
En el terreno de la política laboral, indicó que «lo que hace falta son unos ‘minipactos' de la Moncloa», en los que participe la patronal, los sindicatos, la Administración y la oposición. Todo para que la sociedad vea que «se está arrimando el hombro».
Relató que se estuvo a punto de firmar dicho acuerdo, pero finalmente el PSPV «se echó atrás». Confió en que pronto se pueda alcanzar ese pacto, aunque señaló que ahora, tras la reforma laboral, «hay que dejar que las aguas se calmen» y, sobre todo, que la Generalitat presente un plan de pagos.