Barcelona

Montilla salta al ruedo para salvar a los socialistas en las autonómicas

El primer secretario del PSC fue el único candidato que ayer «trabajó», a excepción de Laporta.

Montilla salta al ruedo para salvar a los socialistas en las autonómicas
Montilla salta al ruedo para salvar a los socialistas en las autonómicaslarazon

José Montilla tiene un reto: Salvar al tripartito. O, por lo menos, salvar la imagen del PSC. No es un desafío fácil, la estrategia de los socialistas de agotar la legislatura para acortar la distancia con CiU no acaba de funcionar. La crisis económica y el recorte del Estatut han arrastrado al PSC a un mínimo histórico –la última encuesta de la Generalitat sitúa a CiU un 11 por ciento por encima de los socialistas–. Montilla no tiene tiempo que perder. Por eso, ayer se empleó a fondo en acortar distancias con los nacionalistas. El último día de julio y a 29 grados de temperatura en la capital catalana, Montilla puso rumbo a Lleida para proseguir con la precampaña. Fue el único candidato a la Presidencia de la Generalitat que no se dio un respiro, a excepción de Joan Laporta, que acaba de presentar partido.

Además de mostrar la acción de gobierno, visitó las obras de construcción de la nueva sede del departamento de Agricultura, propuso que Joaquim Llena, el consejero de Agricultura, encabece la candidatura del PSC de Lleida en las próximas elecciones catalanas.

Divergencias en casa

A estas alturas, la lista del PSC y la fecha de las elecciones siguen siendo una incógnita. Los socialistas empezaron el año electoral con la máxima de agotar la legislatura para coger a Artur Mas, al que todas las encuestas le dan la victoria. Pero, a medida que pasan los meses, el PSC, en vez de acortar distancias con CiU, se aleja de su principal rival. En el partido de los socialistas catalanes, ya hay quien aboga por convocar elecciones cuanto antes. Septiembre, es un mes perdido, porque es la vuelta de las vacaciones y Cataluña y Barcelona celebran la Diada Nacional y la fiesta mayor –«L'Onze de Setembre» y «Les Festes de la Mercè»–. Por lo tanto, la fecha más inmediata sería la del 24 de octubre.

El ala catalanista del PSC no vería con malos ojos este día, pero el sector más cercano al presidente aboga por agotar el mandato y convocar elecciones el 28 de noviembre, como muy pronto, después de la visita del Papa a Barcelona, se será el 7 de noviembre. Montilla admitió ayer en Lleida que «las elecciones llegan en un momento en difícil». Es consciente de que la crisis económica y la sentencia del Estatut están pasando factura al PSC, pero confía en ganar a Mas aunque sea «en el último segundo». Mientras CiU juega con la baza a favor de contar con un electorado fiel, al PSC siempre le ha costado seducir al votante socialista en las autonómicas. En 2006, obtuvo 800.000 votos, frente al 1.700.000 que consiguió Zapatero en 2008. El problema es que la intención de voto del PSC también se hunde en las generales. Su baza son los indecisos, el 22 por ciento del electorado no tiene decidido si irá a votar.

Trasvase de votos

CiU, además de tener un electorado fiel, ha seducido a un pedazo de electores de ERC y a algunos votantes del PSC descontentos. Se ha quedado con ese catalanista que elige al PSC en las generales y duda entre CiU y ERC en las autonómicas, y que ahora no se encuentra cómodo en el camino hacia la independencia de los republicanos. Los analistas estiman que esta bolsa de votantes es de unas 350.000 personas.