Adiós Megaupload hola oferta legal

MADRID- El pasado 19 de enero, la «piratería» de contenidos digitales recibió el golpe más duro en la historia de internet: el FBI cerraba Megaupload, el alojador de archivos del que se nutría la mayoría de las webs de enlaces del mundo. En cuestión de segundos, comenzar a ver on-line el último estreno de Hollywood pasó de ser un proceso de un par de minutos a una tarea casi imposible. La fuerte dependencia de páginas web como peliculasyonquis.com, cinetube.es y divxonline.info, entre otras, de Megaupload se hizo patente en el momento en que casi ninguno de sus links estaba activo. El tráfico de estas páginas descendió trágicamente. Según el medidor Alexa, ha disminuido alrededor de un 40 por ciento, a excepción de cinetube.es, que lo hizo en un 60% durante el último mes.

De esta manera, el golpe sobre la mesa que supuso el cierre fulminante de Megaupload puede suponer un impulso importante a la aplicación de la ley «antipiratería» puesta en marcha este pasado jueves. Desde la Federación para la Protección de la Propiedad Intelectual manejan listados actualizados sobre las páginas que podrían estar infringiendo la normativa actual, entre las que han detectado recientes ceses de actividad que podrían estar motivados tanto por el cierre del alojador de contenidos fundado por el ahora millonario Kim Dotcom, como por la inminente puesta en marcha de la ley contra las descargas ilegales: «De la lista de 200 web denunciadas hace unos meses ante Industria, calculamos que siguen activas unas 100, mientras que las que mantienen un nivel de actividad importante rondan las 60. Además, unas 14 han dejado de funcionar debido a la desaparición de Megaupload», asegura José Manuel Tourné, director general de dicha federación.

El arranque del e-book
Pero no iban a ser todo malas noticias para los usuarios de internet, y menos para las páginas que, desde hace años, apuestan por el negocio del cine on-line respetando a los dueños legítimos de los derechos de autor. Páginas como Filmin, creada en junio de 2007 y con un catálogo en la actualidad de 2.150 títulos, aumentó durante este enero, el mismo en el que cerró Megaupload, un 150 por ciento su facturación con respecto al mejor mes que habían registrado, diciembre. «En febrero hemos seguido mejorando estos números. En cuanto al tráfico, hemos duplicado el número de visitas únicas a la página, alcanzando las 600.000», explica Jaume Ripoll, uno de los socios fundadores de esta web.

Similar es el caso de Wuaki.tv, cuyo consejero delegado, Jacinto Roca, asegura que «durante los últimos 6 meses conseguimos más de 130.000 usuarios, de los cuales casi un 30 por ciento es activo mensualmente. Cada semana vamos incrementando usuarios». En todo caso, según Roca, todavía hay un mercado potencial por explotar muy importante: «El del videoclub manejaba 700 millones de euros en sus buenos tiempos, y ahora apenas supera los 100. Y todos esos clientes no se han pasado a las páginas de descargas, lo que significa que hay un sector muy importante por atender», añade.

El e-book también ha arrancado en España. Después de tantos comentarios, artículos, fechas y reflexiones, ha sido en los últimos meses cuando, realmente, el público se ha decidido a acercarse a esta forma de leer que, para muchos, será el futuro. «La facturación se ha multiplicado por cinco y sigue creciendo mes a mes», asegura Paula Canal, de Anagrama. Su experiencia con el nuevo libro de Paul Auster es significativo. Salió antes en libro electrónico que en papel. El resultado: 1.000 ejemplares en diez días. Algo que es mucho para España, que partía prácticamente de cero», y añade: «La mitad de los archivos ilegales que yo tenía localizados estaban con Megaupload. Con su desaparición, éstos también han desaparecido». Carmen Ospina, de Randon House Mondadori, apunta los porcentajes: «Estamos hablando de entre un 800 y un 900 por ciento» de ventas en los últimos doce meses. Antonio María Ávila, de la Federación del Gremio de Editores de España, no obstante, encuadra estas cifras en el mercado global: «Calculamos que en estos momentos en nuestro país existen entre 300.000 y 400.000 dispositivos para leer e-books. Ése es el mercado potencial. Creemos que habrá un 4 o 6 por ciento de lectores de libros electrónicos». Él mismo aclara cuál es el reparto de las ventas. El 60 por ciento correspondería a libros jurídicos; un 18 por ciento, a los educativos. El resto se reparte entre distintas áreas. Santos Palazzi, responsable de este área en Planeta, matiza una cuestión: «El despegue se ha producido ahora. Pero no significa que no se leyeran antes. Es que no pasaban por caja. Ahora la gente empieza a habituarse a adquirirlos en vez de buscar alternativas, porque, por fin, la situación ha cambiado. Los e-books son el futuro, pero en meses. Las cifras cada vez son más superiores a los meses precedentes. La gente se está acostumbrando a leer en este formato».

Un ecosistema favorable
¿Pero cuáles son esas circunstancias? La irrupción de una serie de plataformas que han propiciado un ecosistema de compras on-line que, junto a la venta de e-readers más baratos, han creado una buena rampa de lanzamiento en nuestro país. «Podemos señalar que fue en octubre cuando realmente arrancó. El momento en que Apple empezó a vender a partir de su tienda. Después se sumó la Casa del Libro, el Kindle de Amazon. A esto ha seguido la Fnac», asegura Palazzi. La venta de dispositivos, sobre todo estas Navidades, ha hecho que la facturación durante este tiempo esté aumentando, como comentan algunas de las editoriales consultadas. «Hemos intentado no repetir los errores que cometió la industria de la música. Hemos propiciado las descargas de manera legal y un aparato ligero y barato donde bajar la selección de títulos», asegura François Nuyts, de Amazon. Una de las curiosidades es que la lista de libros más vendidos en papel o en su versión digital es absolutamente la misma. Son los mismos títulos, los mismos autores y los mismos éxitos.