Nueva York

Garzón: una huida hacia adelante a la espera de que escampe

Cuando parecía inminente la decisión del magistrado del Tribunal Supremo (TS) Luciano Varela de sentarle en el banquillo por su investigación de los crímenes del franquismo, el juez de la Audiencia Nacional ha dado un paso definitivo para evitar ser apartado de su puesto.

El magistrado pidió ayer mismo al Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) su traslado al Tribunal Penal Internacional (TPI) como "asesor externo"de la Fiscalía de ese organismo dependiente de la ONU. Garzón acepta así la invitación que le cursó el responsable de la misma, el argentino Luis Moreno Ocampo. La comisión permanente del máximo órgano de gobierno de los jueces resolverá hoy mismo su petición y si, como parece previsible, la respuesta es afirmativa, Garzón esquivaría su suspensión, puesto que Varela todavía no ha acordado la apertura de juicio oral, que obligaría al CGPJ a apartarle de sus funciones.Y es que el placet del CGPJ no acarrearía la pérdida de su condición de titular del Juzgado de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional. Al tratarse de una excedencia para "servicios especiales" el magistrado tampoco perdería el fuero y las causas contra él por las escuchas del "caso Gürtel", la financiacion de sus cursos en Nueva York y la investigación de los crímenes del franquismo seguirían en manos del Tribunal Supremo.

 

El magistrado ganaría así tiempo a la espera de que en los próximos meses escampe el chaparrón judicial, lo que abriría las puertas a su regreso a la Audiencia Nacional. Estricta aplicación de la leyEn el CGPJ existen muchas dudas sobre la pertinencia de suspender cautelarmente a un juez que no se encuentra ejerciendo. Si Garzón es llevado a juicio por su investigación de los crímenes del franquismo, el órgano de gobierno del Poder Judicial tendría que estudiar su suspensión cautelar hasta que el Tribunal Supremo dicte sentencia, absolviéndole o condenándole. Si no hubiese pedido su traslado a La Haya, el CGPJ no tendría más remedio que suspender a Garzón en estricta aplicación de la ley. La suspensión cautelar es una medida dirigida a apartar a un juez de sus funciones jurisdiccionales mientras se tramita una causa penal en su contra. Al haber solicitado el permiso de servicios especiales que, de aprobarse, llevaría a Garzón dejar de ejercer, la medida de la suspensión cautelar podría quedar sin aplicación práctica inmediata. Las fuentes consultadas explicaron que, si bien esta circunstancia no impediría al CGPJ suspender a Garzón, este movimiento del juez de la Audiencia Nacional provoca que la cuestión haya pasado de ser un asunto meridianamente claro a uno sujeto a interpretaciones y deliberaciones. Reunión del CGPJ La Comisión Permanente del CGPJ estudiará mañana mismo la solicitud de Garzón en una reunión que comenzará a las 11.30 horas. El presidente del Consejo, Carlos Dívar, y los vocales Margarita Robles, Almudena Lastra, Manuel Almenar y Antonio Dorado Picón, deberán decidir si conceden a Garzón el permiso de servicios especiales para poder trabajar en el Tribunal Penal Internacional. Además, las fuentes consultadas subrayaron que una hipotética condena e inhabilitación a Garzón por su investigación de los crímenes del franquismo no supondría su salida del Tribunal Penal Internacional, ya que no ejercerá allí una función jurisdiccional sino que ha recibido una oferta para trabajar como asesor de la Fiscalía. En concreto, Garzón solicita permiso para trabajar durante siete meses como asesor de la Fiscalía. Transcurrido ese plazo, Garzón sólo podría volver a la Audiencia Nacional si ha sido absuelto por el Tribunal Supremo. Si es condenado e inhabilitado, no podría volver a ejercer como juez en España hasta después del tiempo de la condena.