Ayuntamiento de Madrid
El conservacionismo se vuelve contra sí mismo
El monte de la Dehesa acoge desde los años 70 alrededor de diez urbanizaciones de apartamentos. En aquellos años, a las mismas se accedía mediante viales con dos carriles por cada sentido de la circulación, algo absurdo si tenemos en cuenta que a ellos se accede por una carretera nacional con un solo carril por cada sentido. ¿Para qué son necesarios dos si ni siquiera la mitad de los coches que atraviesan la carretera nacional entran El Saler?Esta reflexión ya se la hizo el Ayuntamiento de Valencia hace varios años y acabó con los viales dobles que había a la altura del pueblo del Saler y que comunicaban esta pedanía con la playa. De los cuatro carriles -dos de ida y dos de vuelta- dejaron solamente dos, y más estrechos, con lo que la circulación de los vehículos se hizo mucho más tranquila (antes había hasta carreras por la noche). Y en los otros dos carriles se hizo un itinerario peatonal.La medida fue aplaudida incluso por los sectores más conservacionistas ya que era lógica.Sin embargo, esta misma iniciativa no se podrá desarrollar en el monte de la Dehesa porque la protección es mayor, y aún lo será más si es declarada reserva de la biosfera. De este modo, se da la absurda circunstancia de que en El Saler no se puede tocar nada ni para devolverlo a su estado original y los viales de dos carriles siguen discurriendo sin tráfico entre las distintas urbanizaciones que pueblan la zona. Además, como marca el desarrollismo de los años 60 y 70, el peatón no existe y por lo tanto no existe ni las aceras ni mucho menos los carriles bici, o simplemente la sendas peatonales tratándose de un parque natural.Nada. La protección hace que no se pueda tocar nada, y de este modo blinda los desmanes que el desarrollismo desbocado perpetró en el Dehesa de El Saler.
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