La CAM se echa en brazos del Estado

El consejo de administración de Caja Mediterráneo decidió ayer en sesión extraordinaria solicitar al Fondo de Reestructuración Ordenada bancaria (FROB) el capital necesario para cumplir con los requisitos exigidos por el Banco de España. Para garantizar su viabilidad, la CAM solicitará un total de 2.800 millones de euros, cifra que le permitirá sobrepasar el listón del 10% de capital principal sobre activos ponderados por riesgo, impuesto por el Real Decreto-ley 2/2011. La nota oficial remitida por la CAM habla de un nuevo proyecto de futuro «inicialmente en solitario».

Uno de los miembros del consejo de administración de Caja Mediterráneo (CAM), el empresario Jesús Navarro, ha destacado que la entidad cuenta con la «confianza» del Banco de España y con su «apoyo», lo cual, unido a la «solvencia» de la caja, va a permitir continuar el proyecto «sin ningún problema».

Creación de un banco
La decisión de la CAM se produce apenas dos días después de que las asambleas generales de Cajastur, Caja Extremadura y Caja Cantabria rechazaran segregar sus negocios financieros en favor de Banco Base y, por lo tanto, su integración en el grupo encabezado por éste y del que formaba parte la caja de ahorros levantina. Banco Base se habría convertido en la tercera caja de ahorros española, con unos activos en torno a los 124.000 millones de euros.

De acuerdo con la nota emitida en la tarde de ayer al término del consejo, Caja Mediterráneo considera «que con esta cobertura, su potencial, su amplia red comercial y su experiencia en los mercados financieros, donde es la única caja que cotiza, dispone de elementos suficientes para consolidar su proyecto».

El consejo acordó materializar, con carácter previo, la transferencia de todo el negocio financiero de la caja a un banco al objeto de poder dar entrada en su capital al FROB.

Desde el momento de concesión de la cobertura y hasta su materialización en forma de desembolso, la CAM considera que hay plazo suficiente para que puedan sumarse al proyecto otros posibles partícipes que aporten las adecuadas sinergias. Caja Mediterráneo propiciará su integración «si con ella su proyecto de futuro gana en tamaño y solidez». A partir de ahora se abre un periodo de consultas para propiciar la entrada de estos socios.

Hasta la fecha, los problemas por los que han atravesado otras dos entidades, CCM, primero, y Cajasur, después, se han resuelto en el ámbito de las propias cajas de ahorros. Caja Castilla-La Mancha acabó en manos de Cajastur, y Cajasur fue adjudicada a la BBK. Fuentes consultadas por este diario aseguran que la resolución del problema de la CAM será muy similar a la aplicada en los casos anteriores, con las particularidades derivadas de su tamaño. La CAM tiene unos activos de 70.666 millones de euros y créditos concedidos por importe de 50.849 millones, lo que limita el número de posibles socios.

Castigo al rating
En medio de esta tormenta, la agencia de calificación crediticia Fitch rebajó ayer el rating de la CAM hasta «BB», lo que equipara su riesgo al de los bonos basura, y mantuvo bajo vigilancia negativa la «A-» a Caja Extremadura y Casjastur. La rebaja del rating refleja, según Fitch, la ayuda que va a necesitar la entidad por su bajo nivel de recursos propios y el deterioro de sus activos.

Standard & Poor's aprovechó también la situación para advertir de que el fracaso del proyecto inicial de Banco Base pone de manifiesto «las importantes dificultades a las que tiene que hacer frente la reestructuración del sistema financiero español. La agencia ve posible que se produzcan nuevos desencuentros entre los participantes en otros proyectos.

La Caixa e Ibercaja, candidatas
- Aunque la CAM ha dejado en manos de un banco de inversión, Nomura, la búsqueda de posibles socios para salir del atolladero, fuentes financieras creen que la solución final estará una vez más en manos de las cajas de ahorros, antes de que el Banco de España tuviera que verse forzado a pedir ayuda a los bancos.
- Por el tamaño de Caja Mediterráneo, y por su fuerte implantación en la Comunidad Valenciana, dos cajas se perfilan como principales candidatas al rescate de la manos del FROB: La Caixa e Ibercaja. La primera, por razones obvias. La segunda, porque, a pesar de su solvencia financiera, no ha participado todavía en el proceso de reordenación del sector.