Oviedo
El Príncipe pide dejar el pesimismo para «abordar la crisis»
Don Felipe destacó en la entrega de los premios que Europa está «en una de las encrucijadas más decisivas de su historia». En su discurso también hubo referencias al paro y los jóvenes.
Las naciones, como los hombres, se forman en las dificultades, en los obstáculos que va proponiendo la historia, el destino, las coyunturas. Y Don Felipe aludió ayer a las dos «encrucijadas decisivas» que en estos momentos afronta España y que resultan vitales para su construcción y futuro porvenir. Lo hizo al principio y al final del discurso que pronunció en la ceremonia de entrega de los XXXI Premios Príncipe de Asturias. El primero hacía referencia al comunicado de ETA y su decisión de abandonar la lucha armada; el segundo, subrayaba la importancia de la cohesión nacional para superar una crisis que no remonta, que está enquistada en la actualidad, sumiendo a millones de personas en unas tesituras que, en ocasiones, bordean la pobreza, como él mismo, precisamente, recalcó ayer. En una edición marcada por el protagonismo de la música (Riccardo Muti y Leonard Cohen) y la mente, en sus dos vertientes, la física, con los neurólogos premiados Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti, y la abstracta, con Howard Gardner, que definió ocho clases diferentes de inteligencia, el Príncipe de Asturias afirmó que «ninguna gran nación puede abordar la crisis desde el pesimismo. Ninguna gran nación puede salir de ella sin el concurso de todos. Cumplamos cada uno con nuestras responsabilidades y promovamos un espíritu colectivo de superación, ilusión y esperanza». Pero todas las declaraciones e ideas deben promoverse desde el realismo, desde su capacidad de realización. Las palabras necesitan un sustrato de hechos y, por eso, afirmó: «Si a comienzos del siglo pasado Europa era la solución a los problemas históricos de España, en estos momentos –y para el futuro que ambicionamos– es imprescindible avanzar resuelta y solidariamente en la construcción europea, que se encuentra hoy en una de las encrucijadas más decisivas de su historia».
Divisiones estériles
Para alcanzar los objetivos apeló a valores universales, pero que son muchas veces olvidados, ninguneados, pero que precisamente son los que se incentivan desde estos premios: «Evitemos las confrontaciones y las divisiones estériles; que respetemos y seamos capaces de integrar después, en beneficio del interés general, las sensibilidades y las opiniones divergentes. Busquemos, con responsabilidad, criterios comunes en lo esencial». En una ceremonia, en la que, como es usual, estuvo respaldado por la presencia de la Reina, sentada en uno de los palcos del Teatro Campoamor, Don Felipe mencionó otra de las lacras que afectan a España, el paro. Y señaló: «Tenemos que estar unidos en torno a nuestros grandes objetivos nacionales y, muy especialmente, para afrontar ese gran reto que es recuperar el empleo. Recuperarlo a todos los niveles y, sobre todo, para los más jóvenes, que quieren, que tienen derecho, a que la sociedad les abra las puertas de la esperanza». Por eso, durante su intervención, tuvo una mención hacia los voluntarios que, de manera anónima, han dedicado su tiempo y esfuerzo a ayudar a los que están padeciendo los reveses que han traídos estos últimos años. Y aludió al esfuerzo generoso de cooperantes y voluntarios, «entre los que se encuentran dos españolas cuyo regreso a casa deseamos todos».«Es hora de engrandecer nuestra solidaridad. Desde que comenzó la crisis, las familias, las instituciones sociales y miles de ciudadanos están dando un ejemplo de sacrificio por quienes más lo necesitan». Ante una platea llena de invitados y un estrado donde le escuchaban los galardonados de este año –Riccardo Muti; Howard Gardner; los neurocientíficos Joseph Altman, Arturo Álvarez-Buylla y Giacomo Rizzolatti; William Bryton, premio Príncipe de Asturias de Cooperación Internacional; el corredor Haile Gebrselassie; los héroes de Fukushima; el poeta Leonard Cohen, y Paul Nurse y Julie Maxton, presidente y directora de la Royal Society–, Don Felipe hizo referencia al modelo de personas que ellos encarnan y que estos galardones pretenden, al concederse, destacar como modelos. «Nuestra voluntad es distinguir la ejemplaridad, presentar a la sociedad modelos positivos en los que reconocerse y a los que emular, compartir con todos, en definitiva, un mensaje de esperanza». Durante un acto marcado por la brillante improvisación de Leonard Cohen, que emocionó al público y a todos los que atendieron sus palabras serenas, el relato fascinante de cómo descubrió que quería ser músico y se dedicó a su profesión, don Felipe concluyó con unas palabras sobre el legado democrático: «El vigor de nuestra democracia no es en absoluto ajeno a cada uno de nosotros, a nuestra voluntad participativa en lo público, a nuestra entrega en el trabajo, a que los principios morales cohesionen de forma firme y duradera nuestra sociedad».
Los premiados, en palabras de don Felipe
Ricardo Muti
«Es un humanista con profunda vocación investigadora, dedicada especialmente a la recuperación de grandes obras históricas que rescata del olvido».
Héroes de Fukushima
«Representan, con su actitud valiente y entregada, toda la grandeza de espíritu que nos mueve a hacer el bien, a renunciar a todo por los demás, incluso a la propia vida».
Leonard Cohen
«Varias generaciones leemos y escuchamos sus creaciones con admiración y respeto, tarareando sus canciones, que forman ya parte de la historia de la música y de nuestra memoria colectiva. Reconocemos su gran obra y le damos las gracias por su coherencia, por su belleza».
Altman, Álvarez-Buylla y Rizzolatti
«Estos hallazgos e investigaciones han cambiado de manera profunda y significativa nuestra forma de entender el cerebro. Es fascinante saber en qué se fundamenta esta plasticidad cerebral».
Howard Gardner
«Es autor de la Teoría de las Inteligencias Múltiples; y sus estudios sobre ellas y sobre la forma de desarrollarlas lo han llevado a introducir múltiples innovaciones en el sistema educativo, con el propósito principal de lograr que las personas quieran hacer lo que deben hacer».
Haile Gebrselassie
«En él, la fuerza de voluntad y el espíritu de sacrificio son la norma. Norma para alcanzar el éxito deportivo y para demostrar que se pueden superar los retos más difíciles».
Bill Drayton
«Trabaja para que nuestras acciones repercutan positivamente en la sociedad y nuestro trabajo asuma cada vez cotas más elevadas de responsabilidad social».
Royal Society
«Su misión admirable consiste en extender las fronteras del conocimiento a través del desarrollo y el uso de la ciencia en beneficio de la humanidad».
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