Londres
La presión de los mercados no afloja
La prima de riesgo marca otro máximo con 407 puntos, aunque cierra la jornada en 385. Los datos negativos de EE UU tumban el Ibex y la bolsa de Milán
Los optimistas –que seguro los habrá pese a la que está cayendo– dirán que la jornada de ayer fue de tregua. Que los mercados aflojaron la presión asfixiante que mantienen sobre España e Italia por las dudas que despiertan sus economías y la capacidad de la UE para protegerlas. Argumentarán para ello que la prima de riesgo, pese a volver a tocar a primera hora de la mañana un nuevo máximo histórico de 407 puntos básicos, se relajó conforme avanzaba la jornada hasta cerrar en los 385, frente a los 386 del martes. Dirán que, puestos a ver el vaso medio lleno, la situación, al menos, no empeoró.
Otro nuevo récord
Pero la realidad, sin embargo, es que el termómetro que mide la solvencia de la economía española no mejoró y siguió indicando ayer que la desconfianza en España continúa en máximos, rondando la peligrosa frontera de los 400 puntos, si bien el interés de la deuda a diez años cerró en el 6,2%, todavía a ocho décimas del fatídico 7%. Los expertos consideran que éste es el límite que marca la necesidad de un rescate porque los costes de financiación en el mercado serían inasumibles y resultaría más rentable pedir prestado el dinero a la Unión Europea, que ofrece un interés medio de un 5,5% a los países que ya reciben ayuda. Una UE que ayer volvió a respaldar las políticas aplicadas tanto por Italia como por España para enderezar su situación económica en un intento de frenar los ataques.
El problema es que a las miserias españolas e italianas achacables a sus problemas específicos se ha sumado en los últimos días el temor a que EE UU caiga en una nueva recesión que arrastre al resto del mundo y merme todavía más el exiguo crecimiento de ambos países. Ayer siguió el goteo de malos datos de los últimos días procedentes del otro lado del Atlántico. La Administración de Barack Obama hizo público que los pedidos a las fábricas bajaron un 0,8% en junio y que el sector servicios –responsable de más de tres cuartas partes de la economía de este país–, aunque sigue creciendo, registró de forma inesperada la menor subida del último año y medio.
La divulgación de ambas noticias tuvo un efecto demoledor sobre las bolsas. Tanto el Ibex como el parqué de Milán, que entonces estaban en positivo, después de abrir con pérdidas, se dieron la vuelta cuando los datos se hicieron públicos a primera hora de la tarde y cerraron un día más con pérdidas. El selectivo español, tras perder el 0,85%, salvó los 9.000 puntos por los pelos –9.037,7–, mientras que el italiano retrocedió un 1,54%. Londres –2,34%– y Fráncfort –2,3%– también cerraron en rojo.
Berlusconi pide calma
Si delicadísima es la situación de España, más lo parece en los últimos días la de Italia. Ayer mismo, en determinados momentos de la jornada, su prima de riesgo, tras alcanzar un nuevo máximo histórico de 390 puntos básicos, se situó por encima de la española, si bien cerró en 365. Incluso la rentabilidad que se ofrece por la deuda italiana a dos años ha llegado a superar a la española. «Italia tiene demasiada deuda –120% de su PIB– y si sus bonos a diez años siguen por encima del 6%, el país sufrirá mucho para devolver lo prestado», explicó a Reuters Louise Cooper, analista de BGC Partners.
En un intento de aplacar los nervios, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, compareció ayer ante la Cámara de los Diputados y pidió no dejarse llevar por el nerviosismo. «Tenemos unas bases económicas sólidas. Nuestros bancos tienen liquidez, son sólidos y han superado las pruebas de solvencia», aseguró.
Emisión de deuda de alto riesgo
En una emisión que supondrá un examen decisivo para medir el respaldo de los mercados a la deuda española tras los ataques de los últimos días, el Tesoro Público prevé adjudicar hoy entre 2.500 y 3.500 millones de euros en bonos a tres años. La clave, según ha mantenido en reiteradas ocasiones el secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, es la demanda que obtenga el Tesoro, si bien la atención se centrará, como en anteriores ocasiones, en el esperado crecimiento de la rentabilidad. En la última emisión de este «papel», celebrada el pasado 7 de julio, los inversores desembolsaron 1.500 millones de euros a un tipo marginal del 4,320%, superior al 4,051% de la subasta anterior y por encima del tipo medio. Aquella emisión se realizó el mismo día que el BCE subió los tipos de interés al 1,5%.
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